100 años acumulando experiencias es un logro del Automobile Barcelona, cuya dilatada trayectoria facilita observar en perspectiva la dramática evolución del automóvil y de las ciudades. Semejante metamorfosis afecta tanto a la tecnología de los vehículos, así como al volumen de tráfico y la misma infraestructura urbana. Los cambios son rotundos, espectaculares.
Como una película en cámara rápida, Automobile Barcelona deja ver antiguos automóviles que se repostaban en farmacias, los primeros semáforos o un aparcamiento de Gaudí, o ciudades con más bicicletas que vehículos, sin semáforos y sin aparcamientos… y de pronto, el cambio radical: muestra vías donde pasa un vehículo cada segundo, semáforos con 5G y apps para encontrar estacionamiento con un móvil.
Con motivo del centenario del Automobile Barcelona es posible esta mákina del tiempo, para comprobar la vertiginosa evolución de la movilidad urbana en el último siglo, porque los vientos del cambio llegaron con el acelerador a fondo.
Un país sobre ruedas: Hace 113 años que se matriculó el primer vehículo a motor en España. Fue en la ciudad de Vitoria y marcó el inicio de una innovación que iba a revolucionar la movilidad de un país y el paisaje de nuestras ciudades. Sin embargo, los primeros años después de la primera matriculación son de un crecimiento lento. De hecho, en la Barcelona de 1917 había el doble de bicicletas (2,997) que automóviles (1,357).
Exposición Universal de Barcelona de 1929, las matriculaciones en esa época alcanzan las 30,000 unidades al año.
El siguiente punto de inflexión llega de la mano de SEAT. Fundada en 1953, su presencia consolida el sector automovilístico en España, que entre 1955 y 1959 matricula siete veces más vehículos por año (136,504) que en el quinquenio anterior (19,586).
La democratización del automóvil en España tuvo un nombre propio: el SEAT 600. Producido entre 1957 y 1973, ayudó a poner a todo un país sobre ruedas. En 1964, por ejemplo, las matriculaciones rozaban las 300,000 unidades gracias en gran parte a este modelo. Pese a ello, son cifras todavía muy lejos de las actuales: sólo el año pasado se matricularon en España más de 1.3 millones de autos.
De la farmacia al auto eléctrico: Un vehículo de hace un siglo se parece poco o nada a uno actual. Los vehículos que circulaban por nuestras calles hace 100 años se repostaban en farmacias o droguerías y tenían un consumo de cerca de 30 litros de gasolina por cada 100 kilómetros. Hoy, un SEAT Ibiza 1.0 TSI de 95CV acredita un consumo combinado de 4,6 litros, y puede repostar en una de las 11,500 gasolineras que hay en España. Estos motores de combustión coexisten cada día más con otras fórmulas, como los vehículos propulsados a gas o que funcionan con electricidad. A principios del 2021 circularán por las calles hasta seis modelos SEAT y CUPRA con motor eléctrico o híbridos enchufables.
De un solar a un carro por segundo: Si el automóvil ha evolucionado enormemente en este siglo, las ciudades no se han quedado atrás. Hace 100 años, la Avenida Diagonal de Barcelona era una vía sin asfaltar por donde pasaban más carros que vehículos a motor. Hoy, 85,000 vehículos circulan por ella cada día, es decir, uno cada segundo durante las 24 horas del día. Vehículos que conviven con el transporte público y cada vez más con nuevas formas de micromovilidad, entre las que destacan las bicicletas compartidas o los patinetes eléctricos, como el SEAT eXS KickScooter. Se estima que España cuenta hoy con más de 26,000 patinetes eléctricos en sus calles.