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Ferrari es una marca de urdimbre deportiva excepcional y muy expresiva, donde sus modelos respiran progresismo vibrante, desatando en sus propietarios adrenalina en estado puro. Cada propuesta es un alarido de libertad, donde el TRS F12 es la crema de las cremas Ferrari, por ser una edición limitada de la F12 berlinetta lanzado hace aproximadamente un año.
Originalmente, esta mákina imposible era un hecho aislado exclusiva para alguien que, tal vez, quería un mega auto nuevo, que fuera totalmente rompedor, cuyas raíces se remontan al 1957, con el legendario Testa Rossa 250, el legendario caballo encabritado que ganó Le Mans en 1958, 1960 y 1961.
Según informes, ese Testa Rossa ’57, con su más de medio siglo de historia y leyenda, se vendió por 39 mil dólares año pasado. Así que los genios locos en Maranello dieron vida a los TRS. Tiene un diseño de techo abierto, un nuevo capó del motor-revelando, una nueva sonrisa diabólica con un divisor de encargo, nuevos faldones laterales y un difusor malvado en la parte posterior. Una mákina increíble.
