Es una versión sencillamente extrema. Si la exclusividad de contar con un SLS AMG Black Series le parecía poca y quería algo más llamativo, ha llegado la solución: pasarse por la división de AMG especializada en personalizaciones y que ellos le ayudaran en hacer de su superdeportivo uno de los más específicos de la producción. Adrenalina garantizada.
Evidentemente, el cambio más espectacular es el amarillo fosforito de su carrocería, que se debate entre la absoluta genialidad y un atrevimiento de locura, creado exclusivamente para esta versión.
El resto de la carrocería juega con el negro y detalles racing, como la enorme pegatina del parabrisas delantero donde se lee sin error a equivocación el “AMG”. Los cristales se han tintado en negro y el alerón trasero es del mismo color. Sus espectaculares aros de 19 y 20 en las traseras, han sido salpicadas por la llamativa combinación de colores. Una gran pegatina en el lateral y los tapizados en piel de un interior igual de llamativo son los colores que redondean esta peculiar versión.
¿Discreción? Parece que el cliente no ha oído nunca esa palabra y, por ello, no ha dudado en dejar al preparador hacer unas fotos de estudio. Un detalle que siempre le agradeceremos. El SLS es un superdeportivo que cuenta con un motor 6.2 V8 que desarrollan 622 CV y 634 Nm de par máximo, una bestia que alcanza los 315 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 3.5 segundos.