Junto a su socio el Grupo Viessmann, Audi se prepara para la producción sostenible de gas sintético. De esta forma, expandirá su capacidad de producir e-gas como uno de los últimos frutos del consorcio de los cuatro aros.
El e-gas de Audi se produce mediante un proceso a dos etapas: electrólisis y metanización. En el primer paso, la electricidad generada de forma renovable se utiliza para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno. En la segunda fase, el hidrógeno reacciona con CO2 para producir metano sintético.
Con efecto inmediato, el Grupo Viessmann pasa a ser la primera compañía asociada en producir cantidades adicionales de combustible sintético mediante un nuevo proceso biológico. Su planta piloto de Allendorf, en el estado alemán de Hesse, inauguró sus actividades el pasado mes de febrero.
En la nueva planta Viessmann, la metanización es ahora puramente biológica. Microorganismos altamente especializados absorben el hidrógeno disuelto en el líquido y el dióxido de carbono a través de las membranas de sus células. A partir de estas moléculas pueden entonces formar la molécula de metano.