La ciencia de la telemetría alcanza insospechadas magnitudes en el Audi R18 e-tron, sencillamente otra fragancia en conectividad, al ofrecer ultra info-interacción entre el piloto y el ‘Pit Lane’ literalmente a ‘quattrillón’, por decirlo en correcto idioma Audi. Esta permanente obtención de datos acopia más de mil parámetros del funcionamiento al instante, un índice que no tiene parangón. De esta forma, el Audi R18 e-tron quattro pasa a ser el auto de competición más avanzado que se ha desarrollado hasta la fecha en Ingolstadt y Neckarsulm… y probablemente en todo el planeta.
Y esto no sólo es aplicable a la parte mecánica: la electrónica del más reciente LMP1 de carreras construido por la marca de los cuatros aros es más sofisticada que nunca. La era de la transmisión de datos entre el vehículo de carreras y los ingenieros comenzó para Audi en 1989. En aquel momento un Audi 90 quattro en el Campeonato IMSA GTO transmitía datos de ocho parámetros a los bóxes, donde las revoluciones del motor y datos sobre presión o temperatura se trasladaban a impresiones en papel. Un pequeño paso desde la perspectiva actual, pero que en aquellos tiempos proporcionó importantes conocimientos. Hoy en día, un Audi R18 e-tron quattro tiene más de mil canales de transmisión, en ciclos que en algunos casos sólo tardan milisegundos, y con ellos se generan datos de vital importancia para el equipo de ingenieros de Audi Sport. En Le Mans, los ingenieros monitorizan constantemente sus vehículos de competición durante las 24 horas que dura la prueba.
Ya sea en lo que se refiere al funcionamiento de los sistemas, al cumplimiento de la nueva normativa o a datos que son importantes por razones estratégicas, el auto de competición diagnostica continuamente sus condiciones e informa de ellas al equipo en el garaje, de una manera similar a como lo hace un electrocardiograma. Para este propósito, el vehículo está equipado con una serie de sistemas CAN Bus que van enlazados a una amplia gama de unidades de control electrónico (ECUs). Sofisticados sensores miden diversos parámetros, como por ejemplo datos de la suspensión y de aceleración, temperaturas y presiones o información en el área de la gestión de energía, que generan una base de datos para las ECUs. El R18 e-tron quattro tiene un sistema maestro de unidad de control que es el principal responsable del motor y del control híbrido y, adicionalmente, comunica con las otras unidades de control, como las ECUs para la transmisión, los actuadores del embrague, los limpiaparabrisas y los faros láser.