La expresiva personalidad del RS5 avanza como una ola en el curso de nuestra prueba de manejo en la tierra que lo vio nacer, con líneas cautivantes que dotan al modelo de abundante energía atlética. En el RS5 la genética Audi evoluciona con generosas innovaciones, creando una pasión visual cuatro por cuatro, y no nos referimos específicamente a la tecnología Quattro de Audi, sino a ‘un magistral diseño de los cuatro aros sobre cuatro ruedas’.
El escenario para la prueba de manejo del RS5 no podía ser más espectacular que la esbelta ciudad de Ingolstadt. Este centro urbano palpita tecnología y respira magia que huele a Audi. Una escultura del Audi TT a escala Gulliver, de corte futurista, recibe al turista con sus 150 metros cuadrados y 10 toneladas.
Nacida en el corazón de la Edad Media, Ingolstadt es una ciudad bávara que atesora la Universidad del mismo nombre, fundada en 1472, y su casi intacta muralla medieval, sólo mancillada por Napoleón I. Su fortaleza es conocida por haber recluido al capitán Charles de Gaulle durante la Primera Guerra Mundial. En Ingolstadt nace la sociedad secreta de los Illuminati a fines del siglo XVIII, fuente de novelas y películas. Igualmente esta ciudad es mencionada en la célebre obra de Mary Shelley, por ser el lugar de nacimiento del monstruo creado por el imaginario Dr. Víctor Frankenstein.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, las excelentes comunicaciones que conectan a Ingolstadt con el resto del país, motivaron a Audi a levantar aquí su sede global, donde los márgenes del río Danubio que atraviesan la metrópoli acogen grandes refinerías de petróleo. Al centro de Baviera y a sólo 80 kilómetros de Múnich, es una de las regiones de mayor importancia económica e industrial dentro de la Unión Europea, en una urbe que ha crecido por el impulso de la marca de los cuatro aros y la industria electrónica germana, asiento de importantes fábricas, en una avanzada comunidad de amplio trazado y belleza secular.
Durante nuestra prueba de manejo, comprendimos que el Audi RS5 está concebido para ser amado. Este atleta de Ingolstadt es movimiento puro que suma excelentes calificaciones por su fisonomía y la particular manera de hacer brillar sus cuatro aros. Desde todos los aspectos, es un Audi de extrovertida dinámica y elegante presencia, que le asegura un superávit de admiradores en todo el mundo.
Tras vivirlo en una grata experiencia en la campiña de la Alta Baviera, yendo al volante de esta joya de diseño y tecnología, quedé convencido de que entre todo lo que rueda, el RS5 es uno de los artilugios más seductores. El excitante momento nos hizo recordar palabras de Rupert Stadler, presidente de AUDI AG, cuando asevera que “estamos ofreciendo los productos que mejor satisfacen las necesidades de los consumidores”.
Acopiado de nuevos detalles, el RS5 es un vivaz deportivo que implantó nuevas tendencias en diseño, transformando la naturaleza Audi en una fragancia arrolladora. Su carrocería es movimiento por las cuatro esquinas. Su frente luce muy musculoso, con la típica parrilla de gran perímetro, bordes redefinidos y textura de nido de abeja, propia de los ‘RS’. El otro aspecto notorio es la grácil escultura de las ópticas, que exhiben una geometría cautivante por su originalidad, bajo las cuales respira la tecnología xenón plus, que incluye fogosas tiras de LED para las luces de circulación diurna. Hacia abajo la pasión no mengua: musculosas tomas de aire expuestas en cavidades de ángulos sedosos, y junto a la tira del spoiler delantero que peina el piso, sella al modelo de coraje y carácter.
Los laterales son el fluido del aire hecho materia. Si arriba hablamos de una ola, sobre los guardalodos se escapa un trazo muy jovial, que acentúa la identidad RS y creando de paso un entrañable vínculo con el legendario Audi Quattro, progenitor de la tecnología que lleva su nombre. Así que es inevitable traer a colación aquella súper mákina que sentó un antes y un después en la historia del Campeonato Mundial de Rally, por haber sido el primero con tracción integral en las cuatro gomas. Después del Audi Quattro, es imposible competir sin una tetra tracción y ésta sigue dictando cátedra, tanto en las más exigentes competencias, como en todo asfalto donde un Audi plasma su sombra.
Con diferente temperamento, una ligera elipse ascendente suma auténtica audición de deportividad que sugiere movimientos libres, con todo el pedigrí del RS5.
Las luces traseras hablan el mismo lenguaje desinhibido de los nuevos Audi, con la ancha e intensa ‘U’ de LED que aloja un nido de diodos; mientras que abajo el parachoques es impresionante, especialmente en la zona de los escapes, dos grandes bocas que rugen sobre un ágil soporte combinado con un vigoroso difusor.
A opción del usuario, los spoiler inferiores frontal y trasero pueden ser en aluminio, en cuyo caso incluye el marco de la parrilla. Aunque el modelo probado no lo tiene, el aluminio me gusta más.
Hacia sus entrañas, el RS5 compila todo el avance del mundo de la competición gracias a su súper tecnología FSI, protagonista de una larga estela de laureles de la marca, que ha hecho del RS5 la estrella del DTM, la electrizante pugna de gladiadores premium germanos, codeándose en jerarquía con la Fórmula 1 y la NASCAR Cup Series, y cuyo evento paraliza a Alemania los días de competencia. Se ve claramente lo que el RS5 ‘quiso ser en la vida’: un deportivo de altura que lleva el espíritu Ingolstadt con coraje de atleta.
Su motor FSI V8 de 4.2 litros produce 450 caballos de potencia combinado con un respetable torque de 430 Nm, para acelerar de cero a 100 km/h en 4.5 segundos. Su estupenda y mega rápida transmisión ‘S tronic’ de multi-embrague para siete velocidades ahora salta un peldaño en perfección para mayor eficiencia y su magnífica respuesta en carretera. Como todos los RS, la ilustre tecnología de tracción total ‘quattro’ elimina cualquier falla de adherencia, haciendo de las curvas el filete del trayecto.
Con el flujo de la Autobahn en las cercanías, fue inevitable acudir a su llamado; así que fui a tomarme un duchazo de este circuito civil a bordo de mi nave de superficie. Un primer clímax me lo da mi ‘saxo esférico’ al oprimir sus levas en modo ‘DYNAMIC’, experiencia que drena el sistema nervioso de emociones puras, con el ronco rugido del motor que se hace más grave en cada nuevo estímulo, dominando la velocidad de la autopista desde cabina. La dirección progresiva completa el manjar de adrenalina, oprimiendo el acelerador más que con el pie, con el corazón.
Un habitáculo premium debe saber expresar la riqueza de una gran mansión en poco espacio. El RS5 lo resuelve con talento y clase como para un piloto consumado, aportando nuevas experiencias de deportividad, confort, tecnología y vanidad de la buena.
El volante de aro achatado, con ‘armadura’ de cuero y gruesa costura roja, es un centro de pasiones por su multifuncionalidad y levas. Este santuario de adrenalina impacta cromáticamente por su estridente combinación de materiales en diversas texturas, con un negro brillante reclamando atención sobre los mates y las inserciones en carbono, aluminio, lacado brillante o de malla de acero inoxidable; pero hay disponibles otras opciones, como los toques en rojo que nos llevan hacia el tope en la escala del buen gusto.
Los asientos… ¿Cuáles asientos?, son magnas butacas propias de un ‘cockpit’ de extremo confort, montadas sobre atléticas armaduras en rojo o negro brillante.
El info-entretenimiento MMI del RS5 ostenta el mismo estándar de los Audi de altas prestaciones, que facilita las configuraciones que demande el usuario de manera integral: sistema de sonido, conectividad, confort; y en especial la dinámica que emana del ‘Audi Drive Select’, ofreciendo 5 modos de manejo: EFICIENCY, ‘COMFORT’, ‘DYNAMIC’, ‘AUTO’ e ‘INDIVIDUAL’, mediante un elegante botón giratorio en la consola central, rodeado de un paisaje tecnológico en miniatura con comandos en aluminio, para accesos directos a la navegación (no para RD), teléfono, radio, multimedia, etc.
También está presente el sistema modular MIB para la comunicación móvil, la cual es una tecnología 100% Audi. En el sistema de audio vienen incluidos lectores SD, interfaz Bluetooth y control por voz, comandados en combinación por controles del volante. Bang & Olufsen completa la oferta interior con su tecnología Sound System, que no tiene parangón en la crema premium.
Concluida la prueba, observamos a nuestro atlético modelo haciéndonos una pregunta: ¿Es posible definir al RS5 en sólo dos palabras?, vamos a intentarlo: es ‘Elegancia Deportiva’, que sintetizan el talento de la marca en la transformación de sus genes, expresando en cada uno de sus muchos modelos nuevas posibilidades de diseño, tecnología y desempeño que embelesan al mundo. En este modelo, la orientación progresiva de Audi queda plasmada de manera integral, convirtiendo al RS5 en ‘pasión sobre la talvia’. Un logro más de la incomparable cultura Ingolstadt, que nos ofrece a los cinco sentidos una excitante AUDIción a cuatro aros, vaciada con talento en cada elemento de este genuino deportista de élite.