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El paradigmático avión “Solar Impulse 2” ha completado exitosamente parte de su periplo global a través del Océano Pacífico, al haber finalmente aterrizado en California, Estados Unidos. Después de un vuelo en solitario de 62 horas, el piloto Bertrand Piccard aterrizó sin contratiempos en su intrépida mákina aérea alimentada únicamente por energía solar, sin utilizar ningún otro combustible. De esta forma, se yergue como el primer vuelo y el primer piloto de este tipo en el planeta, un genuino rompe-aguas o, mejor todavía: un avión “rompe-cielos”.
Tanto Piccard como su compañero André Borschberg, han estado tomando turnos en el pilotaje de este avión solar en su ruta mundial, que comenzó en Abu Dabi. Han hecho paradas en Myanmar, Omán, Japón, China y Hawai. Esta última etapa fue la más peligrosa en la bitácora de vuelo ya que no había ningún sitio para aterrizar en caso de emergencia.
Según el Science World Report, el avión se desplaza a 28 mph en condiciones ideales y puede duplicar esa velocidad durante el día. Su peso es de 5,000 libras, con alas más anchas que un 747, acumulando un total de 17,000 células solares. El avión tiene por delante tres paradas más en los EE.UU. antes de su próxima incursión sobre las aguas del Atlántico… échale una mirada!
