Ford está profundizando en el potencial uso del bambú para sus vehículos. Este fantástico material de la naturaleza está siendo analizado en el Centro de Investigación e Ingeniería de Nanjing de Ford. Es fuerte, flexible, totalmente renovable y abundante en China y en muchas otras partes de Asia. Los beneficios del bambú han sido reconocidos por más de un siglo, Thomas Edison incluso experimentó con él al hacer la primera bombilla. En las edificaciones, su resistencia a la tracción (o cuánto puede resistir el ser separado) es bien conocido, ya que puede rivalizar o incluso mejorar algunos tipos de metal. Y, debido a que crece a la plena madurez en sólo dos a cinco años, en comparación con hasta décadas para otros árboles, el bambú también se regenera fácilmente.
Durante los últimos años, Ford trabajó con sus proveedores para evaluar la viabilidad del uso del bambú en interiores de vehículos y para fabricar piezas extra fuertes combinándolas con plástico. El equipo ha descubierto que el bambú se comporta mejor que otras fibras sintéticas y naturales probadas en una serie de pruebas de materiales, desde pruebas de resistencia a la tracción hasta pruebas de impacto. También se ha calentado a más de 212 grados Fahrenheit para asegurar que puede mantener su integridad.
Mientras las pruebas de bambú continúan, Ford ya está haciendo uso de materiales sostenibles y reciclados. La compañía anunció recientemente que está trabajando con José Cuervo® para explorar el uso del subproducto de la planta de agave del productor de tequila para desarrollar bioplásticos más sostenibles para emplear en vehículos Ford.