El Concours d’Elegance de Amelia Island, uno de los eventos más prestigiosos en el mundo del automovilismo clásico, celebró su trigésima edición con una exhibición de vehículos que encapsulan historia, diseño y legado. Entre los más de 240 automóviles que compitieron en distintas categorías, dos modelos se alzaron con los máximos honores: el Alfa Romeo 8C 2900 de 1938 y el Lotus 49 de 1967.
Un Alfa Romeo con historia y emoción
El título Best of Show – Concours d’Elegance recayó en el Alfa Romeo 8C 2900, un vehículo de 1938 que encarna el espíritu de las carreras de su época. Se cree que este modelo en particular, identificado con el chasis número 412028, fue diseñado como un prototipo para la famosa Mille Miglia. Durante su restauración, se descubrieron detalles únicos que lo diferenciaban de otros modelos 8C 2.9, incluyendo un sistema de escape modificado y un chasis corto original.
Este automóvil no solo tiene un valor mecánico excepcional, sino también una historia personal conmovedora. Su propietaria, Deborah Keller, compartió que este triunfo tiene un significado especial: “Mi marido y yo ganamos juntos un premio aquí en 2020. Él falleció hace un año y estaría orgulloso de que este auto venciera. Costó mucho trabajo traerlo aquí a tiempo, pero estaba escrito en las estrellas».
Lotus 49: la máquina que marcó una era
Por otro lado, el Lotus 49 de 1967 se llevó el premio Best of Show – Concours de Sport. Este monoplaza, con el chasis número 49/2, fue clave en la historia de la Fórmula 1, debutando en el Gran Premio de Zandvoort con el legendario Jim Clark al volante. Este auto marcó la primera aparición del revolucionario motor Cosworth DFV, un diseño que dominaría la Fórmula 1 por más de una década.
A lo largo de su trayectoria, el Lotus 49 pasó por manos de destacados pilotos como Jackie Oliver, Jo Siffert y Mario Andretti, y compitió en circuitos de renombre como Silverstone y Watkins Glen. Tras su retiro de la competición de primer nivel, el monoplaza fue adquirido por el piloto Pete Lovely, quien lo mantuvo en activo hasta 1971. En 2010, recibió una restauración meticulosa a cargo de Classic Team Lotus, devolviéndole su esplendor original.
Para su actual propietario, Chris MacAllister, la victoria del Lotus en Amelia Island es un reconocimiento al impacto que este modelo tuvo en el automovilismo: “Cuando era niño, fui a una excursión al Indianapolis Motor Speedway y vi ganar a Jim Clark. Fue lo que encendió mi pasión por las carreras. Es emocionante ver que este auto recibe la atención que merece, porque realmente es un monoplaza fundamental en la historia de la Fórmula 1″.
Un evento que celebra la excelencia automotriz
El Concours d’Elegance de Amelia Island no solo rinde homenaje a la estética y la ingeniería de los automóviles clásicos, sino que también revive historias que conectan generaciones. Con cada edición, este evento sigue consolidándose como una cita ineludible para entusiastas, coleccionistas y amantes de la historia del automovilismo.