El BMW M4 GTS demuestra en vivo el poder de la tecnología de inyección de agua, al punto de oficialmente ser el vehículo de producción más rápido que BMW ha hecho jamás. Al igual que el M4 estándar, este velocista vuela bajito con un doble motor turbo, 3.0 litros de seis cilindros, que ha empujado su rendimiento al siguiente nivel en la pista de Nürburgring.
El sistema de inyección de agua del M4 GTS es en realidad simple: consiste en un tanque de 1.3 litros, una bomba de agua, un par de válvulas, y un grupo de sensores, todos los cuales trabajan juntos para pulverizar una fina niebla de monóxido de hidrógeno en colector del motor, antes de entrar en la cámara de combustión. El resultado es más baja temperatura de admisión, el aumento de la densidad, mayor eficiencia de combustible y mayor rendimiento, lo cual tiene sentido dada sistemas similares se han utilizado en sus carreras.