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Bugatti es un inagotable cofre del tesoro en términos de sus ediciones limitadas que deslumbra a quien lo mira por primera vez, como el temperamental ‘Centodieci’, (ciento diez en español), que son los años que han transcurrido desde la fundación de Bugatti, pero sobre todo, como un velado homenaje al EB110, el legendario Bugatti de los años 90, ‘made in Campogalliano’.
Se trata de una edición ultra-limitada de apenas 10 unidades, que se venderán a un precio estelar de ´únicamente´ 8 millones de euros.
Ese es el nombre del nuevo hiper-deportivo de la marca, concebido como un auto para pocos privilegiados y presentado al gran público en Pebble Beach.
Un tributo declarado, y para muchos inesperado, a la genialidad del equipo de trabajo de Romano Artioli, el responsable del resurgimiento italiano de Bugatti.
La suya, como la del EB110, fue una hermosa aventura que terminó temprano y mal, pero que merecía ser conocida y recordada por todo el mundo. Porque la Bugatti de hoy, sin ese proyecto visionario, jamás habría existido.
