En el mundo de las mákinas de altas prestaciones, hay ciertos nombres evocadores como Shelby, Yenko y Nickey, responsables de transformar vehículos en leyendas extraordinarias. Pero hay otros dos nombres igualmente merecedores de esta vitrina histórica: Baldwin y Motion. En los años 60 y principios de los años 70, Baldwin, Motion y Chevrolet se unieron para producir algunos de los muscles car más “wild” en la carretera.
Fue un arrebato de altas prestaciones, en un Camaro que hoy reaviva ese linaje. Fue construido en el 2011 en nombre del propietario del Movimiento, Joel Rosen, como un modelo de continuación limitada con 500 caballos, designado Baldwin-Motion Fase III. Este Camaro lleva esa placa con orgullo, y lo hace mientras desata sus 800 caballos de fuerza. La fuente de ese cardiaco poder es su propulsor LS7 V8 de Chevrolet, a base de pistones forjados, bielas y cigüeñal nuevos, y un supercargador de 2.8 litros, entre otras mejoras.
Un kit de suspensión especial, con la potencia de frenado proporcionada por frenos Brembo de seis pistones en las cuatro esquinas, completan su magia sobre el asfalto, además de ruedas de cinco radios, un frontal ajustado y mejoras en todos los sentidos.