La fuerza de Chevrolet es una conquista de marca desde siempre, imponiéndose en el segmento de las camionetas medianas con la Colorado, que brilla como una de las más vigorosas, desinhibidas y ágiles. Si su principal misión es el trabajo, lo hará con soltura y potencia de sobra, pero si es que de lucirse se trata, también se desempeña muy bien, gracias a su nueva personalidad, más aventurera, robusta, moderna y deportiva, un verdadero utilitario potente muy bien balanceado, con un genuino sabor a Chevrolet.
Chevrolet es sinónimo de innovación a todos los niveles, en un mandatorio de la marca impulsado por su preminencia en patentes, en la búsqueda de nuevos caminos propulsando un liderazgo sostenido. De esta ciencia se beneficia la Chevrolet Colorado, con un fuerte ADN que le garantiza larga vida en todos los ambientes. Se trata de una gran propuesta de marca que tiene su nombre bien ganado en el mercado de las utilitarias más versátiles, que ahora se arma de más rendimiento, un torque imbatible en el segmento. Un gran valor del modelo es su amplia gama de combinaciones para todos los caprichos posibles, con 5 niveles de equipamiento y dos motores, 2wd, 4wd, mecánica y automática y acabados de tela o piel.
La Colorado es una combatiente que ha sabido ganarse su espacio en el segmento de las pickups medianas a base de talento y determinación en su diseño, siempre exhibiendo un temperamento joven y musculoso, que ahora se manifiesta con mucha más soltura, gracias a su perfil ‘curvitáneo’ que gana en presencia, amén de ser la camioneta más ancha de la categoría. Destaca de su frente la parrilla segmentada, con discretos cromados envolventes que la hacen más Chevrolet, mientras los faros se fugan hacia los laterales, y líneas impetuosas y veloces se proyectan hacia todo el modelo. Antinieblas bien logradas, retrovisores con toques cromados, sensores de reversa son detalles que se aprecian, sin olvidar sus aros de aluminio de hasta 18 pulgadas que le adicionan corpulencia.
La ‘espacialidad’ ha crecido a lo interno de la Colorado, que hace más difusa la frontera entre un vehículo de trabajo y una SUV, lo que se traduce en más comodidad para los viajeros, en una doble cabina de atmósfera más armónica para sus cinco pasajeros. En cuanto a funcionalidad se refiere, la Colorado ahora luce un tablero de diseño más ejecutivo, expuesto para la rápida lectura de los elementos y para contribuir al confort familiar.
Al hacerse co-responsable de los controles de audio, el volante hace más seguro el trayecto. La pantalla de información activa para el conductor arroja carácter, mientras que a nivel del entretenimiento, MyLink se la luce con todo el sello de la marca, proveyendo toda info-tecnología a bordo, que por medio del Bluetooth los ‘Smartphones’ se integran por completo al sistema, desde la agenda telefónica hasta el sistema de audio con toda la música del móvil; sobra decir que cuenta con interfaz para iPod, USB, integrado en la consola central con pantalla táctil y 6 bocinas, además de los elementales radio AM/FM con reproductor de CD y MP3. El resto de los complementos de confort son los asientos en piel (en la versión LTZ) en diferentes colores.
Refuerza su espíritu de trabajo y aventura con versatilidad bajo el capó, por las numerosas combinaciones en sus cinco niveles de equipamiento, la más amplia gama de opciones del mercado.
En términos de tren motriz, ofrece dos motores Duramax a diésel, uno de 2.8 litros con 197 Hp y 550 Nm de torque; y otro de 2.5 litros y 161 Hp, ambos asociados a su transmisión automática o mecánica de 6 velocidades, con tracción 4WD o 2WD en doble cabina o cabina sencilla.
En la movilidad de la Colorado se destaca su motor, por la manera como suma confort a la conducción, dado el tono discrecional de su naturaleza diésel, bastante silente por cierto, que auditivamente pareciera no serlo, emulando el estilo de un sedán; al mismo tiempo este mismo ‘torquísimo’ motor sabe ser el más potente del segmento en términos del par máximo. Esta es la única camioneta diésel de la categoría que yo he manejado, que sabe ‘guayar’. Pero si de terrenos inclementes se trata, secos o mojados, pedregosos, lodosos o polvorientos, la Colorado sí que hace brillar la cruz dorada.
El trabajo y la seguridad viajan a la par en la Colorado, dotada de un sistema avanzado de frenada antibloqueo ABS en las 4 ruedas, sincronizado con el sistema de control electrónico de estabilidad ‘Stabilitrak’, para afincar el control en caminos de irreverente trazo, donde el sistema aplica los frenos si es necesario, a fin de mantener el vehículo en la trayectoria deseada.
Colorado es el Estado de Norteamérica mejor conocido por tener los picos más altos de las montañas Rocosas, colosales y fornidas, que dominan la parte occidental del estado como una muralla impenetrable. En honor a esa estampa de fortaleza nace el nombre de la Chevrolet homónima, por estar hecha para la jornada dura, pero con estilo y versatilidad. Su vivaz carisma ha sabido sumarse a la creciente presencia de los todoterreno Chevrolet en nuestro mercado, apoyada por la fuerza de una marca de naturaleza eminentemente investigativa, que traza pautas a la industria en un amplio rango de tecnologías, forjando un liderazgo firme, creciente y vanguardista, a base de prestaciones al servicio de la eficiencia. Estos beneficios se vacían en la Colorado con fuerza pragmática, aportando al usuario un modelo de trabajo que rinde cada kilómetro de laboriosa entrega, siempre como un vehículo fresco, muy de su tiempo, que exhibe fuerza, sin dejar de exhibir su lado SUV.