No será un vehículo barato, entre 50,000 y 100,000 dolores, pero supone una gran mejora con respecto de los vehículos experimentales de células de combustible en los últimos años. Esta versión conceptual de Toyota movida con una célula de combustible en vez de un motor, podría no parecerse exteriormente al modelo final, pero merece prestar atención al sistema de células de combustible en el interior porque es probable que sea similar al de la versión de producción.
Toyota señala haber hecho varios avances con células de combustible de hidrógeno para hacerlas mucho más baratas, lo que permitirá a la empresa vender un automóvil con esta tecnología de baja contaminación en 2015, varios años antes que sus competidores. Toyota asegura que el sistema de célula de combustible es más pequeño y utiliza mucha menos cantidad de un costoso ingrediente (platino) que versiones anteriores.
Al igual que una batería, una célula de combustible produce electricidad. Pero a diferencia de aquella, su alimentación proviene de un tanque de hidrógeno. Dentro de la célula de combustible, el platino actúa como catalizador y facilita las reacciones entre el hidrógeno y el oxígeno, produciendo la electricidad que alimenta al auto y el vapor de agua que sale del tubo de escape.
Y mientras que las baterías en los vehículos eléctricos pueden tardar horas en recargarse, un tanque de hidrógeno se puede rellenar en aproximadamente el tiempo necesario para llenar un tanque de gasolina convencional.