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El líquido refrigerante es uno de los fluidos más importantes del motor. Es el encargado de mantener ‘a raya’ la temperatura adecuada para su óptimo funcionamiento. El refrigerante es fundamental para evitar daños o la pérdida total del motor por sobrecalentamiento.
Al igual que lubricante, la calidad y el buen uso del líquido refrigerante están directamente relacionada con la durabilidad y el funcionamiento del motor.
Los diversos tipos de refrigerantes se distinguen por sus diferentes propiedades y aditivos de alto rendimiento que trabajan contra la corrosión y ofrecen mayor protección al motor.
Gracias a un compuesto químico orgánico denominado glicol de etileno, el objetivo principal del líquido refrigerante es evitar la evaporación como ocurre con el agua, sirviendo como difusor de calor. El glicol ayuda a reducir el punto de ebullición del fluido.
El refrigerante 50/50 es la recomendación general especialmente en países tropicales como el nuestro, dado que contiene el 50% un concentrado glicol y 50% de agua, siendo la medida adecuada.
La calidad depende del origen y respaldo del producto y del distribuidor, así como de los aditivos especiales para proteger los conductos del motor de la oxidación y la corrosión.
A la hora de elegir un líquido refrigerante, se debe verificar que tenga los tres componentes principales: glicol, aditivos inhibidores y agua desmineralizada.
Se debe comprobar con regularidad el nivel del depósito. Si el líquido está por debajo del nivel correcto, el auto debe ser evaluado de inmediato por un personal capacitado.
Nunca sustituir el refrigerante por agua. Además del efecto de evaporación, el agua daña genera óxido y corrosión en el radiador y conducción, lo que provoca la rápida degradación de muchas piezas del motor. En caso de emergencia, el agua destilada puede usarse estrictamente para llegar al taller o donde se encuentre el producto.
Glacio 50/50
La probada formulación inteligente de Glacio 50/50 protege contra temperaturas altas de hasta 265° y bajas de hasta menos 34° Fahrenheit. Entre sus beneficios más importantes están los de ofrecer protección súper extendida a todos los metales del sistema de enfriamiento, incluyendo sensiblemente los de aluminio. El producto previene daños prematuros a la bomba de agua, al tiempo de proteger significativamente contra el óxido, la corrosión, el sobrecalentamiento y la congelación.
Glacio está diseñado para proveer hasta cinco años o 150,000 millas de protección. Está apto para ser empleado en cualquier modelo de auto o vehículo utilitario. Su versatilidad le facilita añadirlo a cualquier color de refrigerante y comienza a trabajar tan pronto es incorporado al sistema de enfriamiento, como lo indica su frase… “listo para usar”.
