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Chevrolet aprovechó el prestigioso escenario de The Quail, A Motorsports Gathering, para mostrar una visión audaz de lo que será el Corvette en los próximos años. Dos conceptos, el Corvette CX y el Corvette CX.R Vision Gran Turismo, irrumpieron con fuerza no como modelos de producción inmediata, sino como laboratorios de diseño y tecnología que marcarán el rumbo estético y técnico de la marca.
La propuesta es clara: tomar más de siete décadas de herencia deportiva y llevarlas a un nuevo nivel. El Corvette CX encarna la idea de un superdeportivo del futuro, eléctrico, aerodinámico y radicalmente innovador. Su silueta baja y agresiva, con líneas inspiradas en generaciones anteriores, conserva el ADN inconfundible de Corvette, pero lo proyecta hacia una era dominada por la eficiencia y la aerodinámica activa.
Diseñado en el Chevrolet Performance Studio de Michigan, el Corvette CX combina una estética de inspiración aeronáutica con una ingeniería pensada para exprimir cada kilómetro. El sistema de aeroactivos con ventiladores integrados redefine el concepto de agarre, generando fuerza descendente de forma dinámica y ajustándose en tiempo real según las maniobras del conductor.
En cuanto a propulsión, el CX rompe moldes: cuatro motores eléctricos –uno por cada rueda– producen más de 2,000 caballos de fuerza, con tracción total y vectorización de par. La batería de 90 kWh, montada en el chasis, asegura un centro de gravedad bajo y un reparto de peso ideal, lo que garantiza que este Corvette eléctrico sea tan rápido en curvas como en rectas.
El interior sigue la misma línea futurista. La cabina tipo cúpula se abre como un jet de combate, dando paso a un habitáculo enfocado en el conductor, con asientos en textil balístico rojo y acabados en aluminio y fibra de carbono. La pantalla envolvente convierte el parabrisas en un centro de datos en tiempo real, elevando la experiencia de conducción a niveles inmersivos.
El segundo concepto, el Corvette CX.R Vision Gran Turismo, lleva la filosofía al extremo de las pistas. Inspirado en los Corvette de carreras de las últimas dos décadas, adopta un diseño más agresivo, con mayor carga aerodinámica, menor peso y un esquema de propulsión híbrido que combina tres motores eléctricos con un V8 biturbo de 2.0 litros capaz de girar hasta las 15,000 rpm. El resultado: más de 2,000 hp en conjunto, respaldados por combustible sintético renovable.
Este prototipo, además, podrá ser vivido por millones de fanáticos a través de Gran Turismo 7, donde estará disponible de manera virtual, permitiendo experimentar de primera mano la visión de Chevrolet sobre el futuro del Corvette.
Con estos dos conceptos, Chevrolet no solo honra su tradición, sino que redefine lo que significa ser un Corvette en el siglo XXI. El CX y el CX.R VGT son más que autos de exhibición: son un manifiesto de innovación y el recordatorio de que la leyenda americana no se conforma con el pasado, sino que acelera directo hacia el futuro.
