Parte del placer de la Fórmula 1 son los rumores que genera, como la posibilidad de que Adrian Newey acabe cediendo a la tentación de Ferrari y ponga su mente en rojo. Siempre se ha dicho el ingeniero inglés de 55 años necesita grandes retos como motivación para cambiar de proyecto y no cabe duda de que hoy no hay uno mayor que reflotar al equipo italiano. «No lo sé. Necesito pensar en ello. En algún momento voy a tener que pensar en el futuro, pero por el momento mi concentración está en adelantar a los bólidos plateados», comentó.
Aparte de que todavía cree que es posible batir a Mercedes este año, algo que se puede tomar como un imperativo de su puesto, deja entrever que no tiene claros sus próximos pasos. Luca di Montezemolo lo ha tentado en diferentes ocasiones, con respuesta siempre negativa. Newey explica el por qué. «No lo sé, quizá por una serie de razones se me ha ido pasando el tiempo», comentó este aficionado a los clásicos GT40, con los que compite siempre que puede en Inglaterra, algo que perdería si emigrara a Italia.
«A mediados de los 90 tenía hijos pequeños y no me sentía bien moviendo a mi familia de su casa, tenía ya los niños en el colegio en Inglaterra. Después, cuando mi tiempo en McLaren terminó, tuve otra oportunidad y trabajar en Ferrari habría sido un desafío, pero en ese momento aún era un equipo bien estructurado y competitivo, Ross Brawn había tenido un éxito importante», relató el creador de la saga que ha ganado cuatro títulos consecutivos entre 2010 y 2013. Lo que siempre le ha movido para cambiar, según sus palabras es «un nuevo reto. En su día, el de Red Bull era el mayor. Ir a un equipo así, que no era tan grande, era como acabar con asuntos pendientes del pasado y demostrar que lo podíamos hacer», dijo con orgullo
. Actualmente, Newey cobra 10 millones de euros anuales de Red Bull y tiene una jornada de lunes a jueves en las semanas en las que no se disputa gran premio, condiciones que Ferrari debería superar para hacerse con sus servicios.