Al principio de la carrera, Vettel no cometió ningún error yendo adelante de Bottas, Raikkonen y Verstappen durante un puñado de cuervas. Detrás de ellos, los temores de contacto en la apertura resultaron infundados ya que el campo circuló limpiamente, con Hamilton comenzando con neumáticos blandos, cayendo al inicio antes de superar a Williams de Sergey Sirotkin.
Mientras Vettel mantenía a Bottas a distancia, Hamilton siguió ascendiendo puestos. En la vuelta 11, el británico había escalado a P6, pero para entonces ya se encontraba a 25 segundos del líder, Vettel, y sus posibilidades en el podio parecían escasas.
Atrapado por la pista resbaladiza, Vettel se deslizó en las barreras en la vuelta 52, permitiendo que su acérrimo rival, Lewis Hamilton, que había comenzado en un distante decimocuarto puesto después de sus dramas de calificación, aprovechara al máximo la brillante estrategia de Mercedes para alcanzar el liderato. tomar la victoria y reclamar la ventaja en la carrera por el título.
Siguió una investigación posterior a la carrera, pero el fin de semana firmó un nuevo contrato de dos años con Mercedes, el campeón del mundo no podía negarse.
Hamilton, que nunca antes había ganado desde fuera de los seis primeros en la parrilla, llevó a su compañero de equipo Valtteri Bottas a darle a los Silver Arrows su primer uno-dos en su tierra natal. Al hacerlo, Hamilton también igualó el récord de Michael Schumacher de cuatro triunfos en el GP de Alemania, ya que Ferrari, ex campeón mundial en siete ocasiones, tuvo que arreglárselas con el tercer puesto de Kimi Raikkonen.