Droneliner, es un avión no tripulado que ha sido diseñado por la aerolínea y compañía de aviación con sede en Reino Unido, que lleva su mismo nombre Droneliner. Prometen revolucionar la logística detrás del transporte de carga aérea, pues soportan 320 toneladas y pueden movilizarse con una autonomía de más de 12,000 km.
Cada año, se transportan cantidades masivas de productos a nivel mundial, esto garantiza un suministro constante de diversas mercancías que provienen de lugares distantes como China o Bangladés. Este proceso implica consecuencias significativas, tanto en términos económicos como en lo que respecta a su impacto en el medio ambiente. Por tanto, los aviones no tripulados buscan solventar esos retos logísticos, ya que permiten acomodar hasta 80 contenedores en tres niveles.
La mayoría de los aviones utilizados para el transporte de mercancías en la actualidad siguen un diseño convencional con cuerpos cilíndricos y paredes interiores cóncavas, similar a los aviones de pasajeros. Esta configuración resulta en un desperdicio significativo de espacio en términos de volumen cúbico, ya que la mayoría de las mercancías se almacenan en contenedores de forma rectangular.
Detrás de esta incitativa se encuentra un equipo con algunos de los ejecutivos e ingenieros más experimentados del mundo aeroespacial, como John Roberts, que trabajó durante décadas en Airbus y está detrás de proyectos como el A380, o Nicholas Cumpsty, exingeniero jefe de Rolls-Royce y profesor emérito en el Imperial College de Londres o el MIT.
“El cuerpo central del Droneliner tiene la forma de una gran caja rectangular con bordes prácticamente lisos. Además, cuenta con rampas en el extremo delantero y trasero, lo que facilita la carga y descarga sin sacrificar espacio interior”, expresó Roberts.
Los drones de Droneliner cuentan con dos motores turbofán que operan con biocombustible sostenible, lo que reduce las emisiones y minimiza el impacto ambiental. Además, su sistema de propulsión híbrido permite la utilización de energía eléctrica en etapas como el rodaje en pista, el despegue y el aterrizaje, lo que aumenta aún más su eficiencia energética.
Otro logro que cabe destacar es la notable autonomía de estos aviones no tripulados, que pueden recorrer más de 12,000 kilómetros sin necesidad de realizar paradas, marcando una mejora significativa en comparación con los aviones de carga convencionales.
Droneliner es capaz de reducir los costos del transporte aéreo en más del 70%, lo que lo coloca en un rango de precio similar al transporte marítimo. Al mismo tiempo, esta solución logra acortar los tiempos de entrega y reduce significativamente las emisiones, lo que hace que el transporte aéreo sea una opción viable para una amplia variedad de mercancías.
La eliminación de los pilotos en la aeronave proporciona ventajas notables en cuanto a la ubicación del motor y la gestión del combustible, lo que contribuye a la eficiencia y a la reducción del impacto ambiental.
Droneliner aún no ha revelado fechas específicas para el inicio de sus operaciones, pero su propuesta tiene el potencial de transformar significativamente el transporte de carga a nivel global.