Los relucientes deportivos de Stuttgart lucieron en el NAIAS todo su carácter y poder en diáfana equidad. Su rendimiento es impresionante como significativa su reducción en el consumo. Ambos prometen máxima funcionalidad, sensual aerodinámica y placer intenso, valores ‘santiguados’ por horas de trabajo en el túnel de viento y pruebas de conducción altamente exigentes para la perfecta integración hombre-mákina.
En carrocería coupé y cabrio, motor de seis cilindros biturbo de 3.8 litros y una potencia de 540 caballos, el 911 Turbo se entronó en Detroit con nuevas capacidades: modificación de los orificios de admisión de la culata, nuevos inyectores y una presión de combustible superior. Por su parte, el 911 Turbo S desarrolla 580 caballos gracias a sus nuevos colosales turbo-compresores.
Ambos motores incorporan la función dinámica de sobre-propulsión, para mejorar su respuesta cuando se conduce de forma dinámica.
En definitiva, los nuevos deportivos de altas prestaciones alcanzan un rendimiento impresionante, saciando a plenitud las expectativas de la prensa. El 911 Turbo S Coupé acelera de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos, que ahora cuenta con una función de refuerzo que mejora aún más la respuesta en funcionamiento dinámico. Basta mantener la presión de carga durante los cambios, cuando el pedal del acelerador se libera brevemente. Esto se consigue simplemente interrumpiendo la inyección de combustible, mientras que la válvula de mariposa permanece abierta. Como resultado, el motor reacciona con prácticamente ningún retraso al momento de pisar el acelerador.