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Sin duda fue la estrella del evento, en la séptima edición de “Le Mans Classic”, una ceremonia bienal celebrada a casi un mes de distancia del gran duelo galo entre jerarcas de la historia a cuatro gomas. En esta última edición han participado 450 automóviles históricos, divididos por grupos de edades que cubren el periodo comprendido entre 1923 y 1979.
Tras el debut como ‘mákina oficial’ del Rally Gumball 3000 y la participación en el ‘Goodwood Festival of Speed’, el deportivo de Abarth 695 se comió los flashes de las cámaras, por su impetuosa carga de adrenalina, modelo que forma parte de la memoria colectiva de los aficionados a las carreras: un biplaza con componentes y prestaciones derivados de las carreras y una vocación natural por el circuito.
De hecho, el ‘695 biposto’ hereda del mundo de las carreras algunos componentes como: intercooler frontal, sistema de escape Akrapovic, amortiguadores regulables Extreme Shox, registrador de datos digital MXL, asientos Abarth Corsa by Sabelt con cinturón de 4 puntos, sistema de frenos Brembo de altas prestaciones y barra antivuelco trasera de titanio de Poggipolini.
Es el primer auto de carretera en montar un cambio de acoplamientos frontales (dog ring) que permite un cambio de marchas tan inmediato que el conductor experto no necesitará usar el embrague al subir de marcha. Se trata de un contenido único y exclusivo, realizado a partir de la experiencia en cambios para autos de carreras de Bacci Romano, adaptado a los conductores más expertos y propuesto como alternativa al cambio manual de 5 velocidades.
