El Bici-carro, bautizado así por MAKINAS, no es bicicleta pero tampoco auto, sino una liga de lo mejor de ambas locomociones, un genuino hibridaje que relanza la movilidad con vocación ecológica. Su nombre formal es Raht Racer, que estructuralmente se acerca a una bicicleta eléctrica, pero exteriormente es la viva imagen de un vehículo. De modo que estamos delante de un vehículo iconoclasta y súper ambientalista para la jungla urbana y cero emisiones. Su inusual potencia emana del pedaleo a ‘dos piernas de fuerza’ del conductor, pedales que accionan una especie de «dinamo» que genera electricidad que se almacena en una batería. La electricidad almacenada es para un pequeño motor eléctrico encargado de mover la rueda trasera.
Al ser un vehículo muy ligero y con buena aerodinámica, el Raht Racer puede alcanzar la increíble velocidad de los 100 km/h, cosa que no hace ninguna ‘bike’, aunque los autos convencionales sí, pero con su pesada cuota de emisiones. La carrocería de Raht Racer está elaborada con fibra de carbono reforzado, dándole solidez y rigidez al conjunto, y dotándola de una seguridad extra para esta bici-carro. Otro detalle es que incorpora elementos de un automóvil convencional, como son, los faros delanteros, traseros, airbags y cinturones de seguridad con pretensores pirotécnicos.
Este vehículo fue finalista del «Clean Energy Trust Challenge 2015«. Por sus cualidades dinámicas y por poder alcanzar una velocidad tan alta, con solo la fuerza de nuestras piernas que alimentan un motor eléctrico. Este biplaza ecológico, dispone de un pequeño maletero para poder llevar los objetos que necesitamos en el día a día.
Este concepto es muy similar a las bicicletas eléctricas que poco a poco vemos en las grandes urbes. Pero el Raht Racer recoge lo bueno de un automóvil, como es la carrocería externa, que nos aguarda de la climatología adversa y proporciona seguridad en caso de choque.
Actualmente los promotores y diseñadores de este ingenioso vehículo están realizando un crowdfunding (financiación colectiva) para poder realizar una fabricación a gran escala y poderlo vender como un transporte alternativo.