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Se trata de un auto deslumbrante que pasó por Goodwood dejando una estela de excitante innovación. Sus líneas son únicas, su estampa muy deportiva y jovial. El Citroën DS3 conquistó el corazón de los asistentes a este encuentro clásico, sobre todo porque supone todo un guiño a la trayectoria deportiva de la marca en el Campeonato del Mundo de Rallies.
Muy ingenioso de formas, el DS3 fusiona toda la personalidad del Citroën DS3 Racing con el refinamiento del DS3 Cabrio. Un planteamiento de lo más coherente, ya que el Citroën DS3 Cabrio, además de ofrecer grandes posibilidades de personalización, adopta una arquitectura optimizada (sólo 25 kg más en relación a la berlina), que le confiere un comportamiento vivo y ágil.
El Citroën DS3 Cabrio Racing, transmite enseguida esa ultra personalización y deportividad con una pintura gris ‘Moondark’ en acabado mate texturizado, llantas negras brillantes de 19” y las inserciones ‘Black Chrome’ que decoran los tiradores, el embellecedor del portón del maletero y los retrovisores.
Este concept-car es ante todo un DS, como demuestran unos elementos de identidad muy sólidos, como la trama DS en hilo brillante que se extiende sobre la lona de su techo negro, proporcionando un aspecto tecnológico al tejido, como si fuese fibra de carbono. Este motivo decora también las carcasas de los retrovisores. Asimismo, el color Carmín aparece en las pinzas de freno, el punto central de las gomas, las bandas laterales de las puertas y sobre una parte de los logotipos y del emblema.
El sello deportivo de Citroën Racing se materializa en un kit de carbono y reglajes específicos en el equipo de frenos y las suspensiones. Esta nueva edición conserva las prestaciones de la versión Racing, con un motor de 1.6 litros que desarrolla una potencia de 202 CV.
