Gianmaria Aghem es un empresario italiano que, al momento de hablar de récords en el mundo automotriz, su nombre no se queda a un lado. Este entusiasta del automóvil estableció siete récords mundiales con su Blizz Primatist de propulsión eléctrica, en el circuito del Centro Técnico Nardo, en el Sur de Italia.
En este monoplaza eléctrico, Aghem fue capaz capaz de cubrió las distancias de 10 millas, 100 km y 100 millas a una velocidad promedio mayor que los vehículos eléctricos de 500 kg habían alcanzado hasta la fecha.
Aghem ha participado en más de 400 rallies de autos antiguos, ganando muchos de ellos, es por ello que su salón está adornado con más de 70 trofeos.
Una de sus mákinas es un Lancia Fulvia Coupé de 1965, un modelo con 57 años de historia, del cual el empresario turinés de 74 años sostiene que “me encanta el diseño clásico, la tecnología vintage y el sonido del motor”.
Inspiración del Z.E.R
El nombre ‘Blizz’, hace referencia a la empresa Blizz Primatist de Aghem, que fundó hace algunos años y que fabrica cronómetros de alta calidad para rally. Este modelo se inspiró en el legendario Z.E.R. (Zero Emission Record), lanzado por la firma italiana Bertone en 1994, un vehículo futurista de los años 50.
Al igual que su antecesor, el Z.E.R., fue diseñado exclusivamente para ofrecer el máximo rendimiento, logró establecer dos récords mundiales, el primero en el 1994, cuando recorrió una distancia de 199,881 kilómetros en una hora. Luego, al siguiente año, estableció un nuevo récord de velocidad máxima para vehículos eléctricos: 303,977 km/h.
Aghem vio el Z.E.R. por primera vez en 1996 en la feria AutoClassica de Milán. Inmediatamente quedó impresionado por el concepto. Para él, el Z.E.R. era algo más que un clásico de Bertone: la nueva tecnología de propulsión del automóvil representaba una incursión en un territorio desconocido.
Gracias a la experiencia adquirida en ingeniería automotriz a lo largo de los años, el Blizz Primatist no tenía la intención de ser simplemente una copia mejorada del Z.E.R., es por esto, que procedieron a desarrollar el concepto de principio a fin, “desarrollamos todos los componentes desde cero”, dijo Aghem.
Las capacidades del motor eléctrico asíncrono trifásico de Suiza de 20 kilogramos y la eficiencia de las celdas de la batería, que consta de 2688 celdas de iones de litio, son de última generación, con el fin de ofrecer una potencia máxima de más de 147 kW y permitir una velocidad máxima de más de 300 km/h. Toda la información se fusiona en la cabina, con sus lecturas digitales y pantallas LCD en negro y gris, que es casi tan espartana como una cabina de Fórmula Uno.
Diseño optimizado
Los ingenieros de Aghem decidieron adoptar una cosa del Z.E.R.: el bajo valor Cx de 0.11. Los diseñadores y constructores de Podium Engineering en Valle d’Aosta optimizaron la resistencia del Blizz Primatist en la computadora y la midieron en el túnel de viento en la Universidad Politécnica de Turín.
Un dato importante es que el largo alcance del vehículo se debe a su construcción moderna y liviana de fibra de carbono aportada por la empresa Carbonteam con sede en Saluzzo, Piamonte.
A todo esto, el sucesor del Z.E.R., debía probar su rendimiento en la misma pista circular donde su antecesor impuso sus récords, en el NTC en Apulia.
El director gerente del NTC, Antonio Gratis, recuerda que cuando Aghem le llamó “y me preguntó si podía imaginarme abriendo la pista