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El famoso robot Asimo, que saltó a la fama por hablar y caminar como la gente, ahora le acaban de asignar un nuevo trabajo. Ha sido transformado en un solícito guía de un museo en Tokio, para probar la interacción que tiene con el público. Su nueva función lo humaniza un poco más y, claro, permitirá evaluar sus capacidades para futuras generaciones de robot. Sin embargo, en la prueba, el androide recibió algunas críticas debido a sus problemas para detectar la diferencia entre la gente que levanta la mano para hacer una pregunta y quienes usan sus teléfonos inteligentes para tomar fotos. El robot guía está conectado de forma inalámbrica a seis sensores puestos en el techo para discernir dónde se forma un grupo.
Satoshi Shigemi, que supervisa la tecnología de robots de Honda, reconoció que es necesario un trabajo más a fondo, pues el objetivo es que Asimo reconozca quién le habla, como un adulto o un niño, y que responda adecuadamente.«Ahora puede reconocer a un niño que agita los brazos, pero no puede comprender el significado del gesto», indicó Shigemi a los periodistas. Un posible uso futuro de Asimo sería ayudar a la gente que compra boletos en máquinas expendedoras en las estaciones ferroviarias, dijo Shigemi.
El objetivo de Honda al presentar a Asimo en el Museo de Ciencias de Tokio conseguir que el robot interactuara con los periodistas asistentes de una manera muy humana. La idea era que los periodistas entrevistaran a Asimo y que lo hicieran sin ningún tipo de apoyo, pero no se pudo.
En lugar de eso Asimo hizo una demostración de porqué aún estamos lejos de verle en su versión definitiva. Asimo no tiene reconocimiento de voz, y eso ya es un grave problema. No obstante el robot presentó en este evento un sensor con el cual detectaría gestos específicos de los humanos. El plan de Honda residía en que Asimo sería capaz de saber qué periodista levantaba primero la mano para pedir su turno en la tanda de preguntas.
Asimo reaccionaría a la detección de la mano y le preguntaría al periodista por su pregunta. El problema es que antes de levantar sus manos para preguntarle cosas a Asimo, lo que hicieron los periodistas fue levantar sus smartphone para realizarle fotografías al robot.
Asimo, que no está preparado para saber lo que es un teléfono móvil, confundió el levantamiento de móviles con el de manos, por lo que se empecinó en intentar que los asistentes le hicieran preguntas cuando en realidad le querían tomar fotos.
Por otra parte, cuando los periodistas el hacían preguntas a Asimo, en lugar de hablar con él, debido a que no tiene reconocimiento de voz, lo que hicieron fue elegir las preguntas en una pantalla táctil.
En definitiva, Asimo tiene muchísimo que mejorar y evolucionar para que represente el futuro de la robótica con el que sueñan muchas personas.
