El T-ROC es el ‘Concept’ de SUV compacta que Volkswagen presentó al mundo desde el escenario Ginebra. Con la idea de colocarse por debajo del Tiguan, este modelo, que ha sido desarrollado para desenvolverse a la perfección tanto en el entorno urbano como fuera de carretera, combina también su condición de vehículo compacto con las ventajas de un cabriolet, ya que la pieza central del techo se divide en dos mitades que pueden desmontarse y guardarse en el maletero. Además, los cortos voladizos y la gran distancia entre ruedas respecto a la anchura de la carrocería también dan una imagen muy personal al modelo.
El elemento distintivo del frontal del T-ROC es la parrilla tridimensional con grandes aperturas en forma de panal de abeja, sobre el que se ubica un perfil muy preciso de color negro brillante que da paso a los faros dobles LED. En el área inferior, una línea transversal enmarca la parrilla y se estrecha hacia los laterales, integrando la luz de conducción diurna y los intermitentes, ambos también en LED. Debajo del parachoques, una robusta barra protege los bajos.
El frontal se caracteriza también por la banda transversal del color de la carrocería situada entre la parrilla y la entrada de aire inferior, donde se ubican los módulos de faro redondos, cada uno con un listón central de tres lámparas LED en forma de faro antiniebla. Por encima, un Power-LED desempeña la función de faro piloto giratorio. Debajo del listón central Volkswagen ha integrado una cámara móvil para facilitar la conducción nocturna.
En la parte trasera, la disposición de los elementos debajo del portón trasero es horizontal. Los faros traseros LED son de diseño tridimensional y se integran parcialmente en los guardabarros y el portón trasero. Por otro lado, al igual que en el frontal, se integran los Power-LED con la función de faros antiniebla y la cámara de visión trasera, cuyas imágenes se proyectan en la consola central.