Originalmente conocida como
Österreichring y más tarde como simplemente
‘A1-Ring’, el proverbial anillo de
Infiniti Red Bull será nuevamente
sede del primer Gran Premio de Austria desde el nostálgico
2003, cuando
Ferrari rugió al mundo su victoria. 11 años después
el planeta es otro, y los pilotos y motores son
de nueva generación, por lo que la escudería de ‘la casa’ está
llamada a imponer condiciones en lo que puede ser de su primera victoria como
‘bólido anfitrión’.
El dúo del ‘Tetra’ y Ricciardo recorrieron el ‘redbúlldromo’ para explicar las características únicas de la pista de 4.3 kilómetros, lidiando con un clima cambiante, sus cuatro mejores oportunidades de adelantamiento, nueve esquinas de la pista y los cuatro tramos de alta velocidad.