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Con un WEC ardiente de competitividad, el Ford GT Nº 67 de Chip Ganassi Racing ocupó el tercer lugar del podio en las 1000 millas de Sebring, durante la sexta ronda del Campeonato del Mundo FIA de Resistencia 2018-2019. En cuanto a la unidad Ford GT Nº 66, ésta experimentó un problema técnico en las primeras fases de la carrera, terminando en el puesto 11.
El británico Harry Tincknell estuvo al volante del Ford GT Nº 67 en el inicio de la carrera de 8 horas y luchó con el Porsche líder durante los primeros 60 minutos. Cuando llegaron las primeras paradas en boxes, el también británico Andy Priaulx tomó el volante y se unió a la carrera como líder después de pasar al Porsche en los boxes. A la gran actuación de Priaulx le siguió un no menos buen relevo del estadounidense Jonathan Bomarito, que participaba en Sebring con este GT Nº 67.
Hora tras hora, los pilotos realizaron actuaciones que rayaron en la excelencia, girando vuelta tras vuelta con una gran regularidad y conduciendo sin errores en una carrera que se estaba mostrando muy accidentada. Tras liderar la mayor parte de la competición, el equipo Nº 67 pasó la fase final de la carrera luchando por una posición en el podio y cuando cayó una fuerte lluvia con solo 20 minutos para el relevo de Priaulx, éste se mantuvo en el tercer lugar.
«Hemos dado lo máximo hoy, así que estamos felices de terminar en el podio«, dijo Tincknell. «La única diferencia entre llegar tercero y ganar fue el Safety Car, ya que con él perdimos 30 segundos, pero así es en este juego. La carrera significó un esfuerzo valiente de todo el equipo y tomar la delantera cuando lo hicimos fue excelente, ya que se debió a los esfuerzos del equipo en los boxes. Es genial estar de vuelta en el podio. Teníamos el ritmo para ganar, pero como siempre también necesitas un poco de suerte para seguir tu camino».
El alemán Stefan Mücke, el francés Olivier Pla y el estadounidense Billy Johnson tuvieron un momento difícil en el Ford GT nº 66 después de perder 9 vueltas por un problema de alternador, que ocurrió poco más de una hora después de iniciarse la carrera. Mücke la comenzó desde la tercera posición y disfrutó de algunas batallas emocionantes con un Corvette y los BMW, por lo que fue un duro golpe pasar el resto de la carrera teniendo que remontar.
«Estoy muy orgulloso de la forma en que el equipo ha funcionado hoy«, dijo el director del equipo WEC, George Howard-Chappell. “Vinimos aquí, probamos a fondo y conseguimos preparar un equipo y unos pilotos que estuvieron en condiciones de desafiar al líder. Perdimos la gran ventaja que Andy Priaulx había construido, por el primer Safety Car, pero nos mantuvimos en la lucha hasta el final cuando cayó la lluvia. Estamos felices de tener un podio, pero es una historia de lo que podría haber sido y no fue. Obviamente estamos muy decepcionados con el fallo del alternador en el GT nº 66, ya que el coche tenía un buen ritmo, pero a veces simplemente las cosas no funcionan».
