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La industria automotriz está viviendo una transformación sin precedentes, y General Motors (GM) ha dado un paso clave en esta evolución al asociarse con Nvidia para el desarrollo de tecnología de conducción autónoma y sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS). Esta colaboración refuerza el compromiso de GM con la innovación y su apuesta por la inteligencia artificial como el motor del futuro automotriz.
A través de esta alianza, GM integrará la plataforma Drive AGX de Nvidia en sus vehículos, una tecnología que permite procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real provenientes de cámaras, sensores y radares. Esta capacidad es fundamental para mejorar la percepción del entorno y la toma de decisiones en fracciones de segundo, elementos esenciales para la conducción automatizada. Además, GM utilizará el sistema operativo Nvidia Drive para gestionar la interfaz digital de sus vehículos, optimizando la experiencia del usuario.
Si bien GM no ha especificado qué versión de los chips AGX empleará, Nvidia cuenta con varias opciones de alto rendimiento, como AGX Orin, capaz de realizar 254 billones de operaciones por segundo, y AGX Thor, que alcanza 1,000 billones de operaciones por segundo gracias a la avanzada arquitectura Blackwell.
Este movimiento estratégico llega en un momento clave para GM, que recientemente decidió cerrar su división de robotaxis Cruise tras un incidente que generó preocupaciones sobre la seguridad de su tecnología autónoma. En paralelo, el sistema de asistencia avanzada Super Cruise ha ganado popularidad, con más de 360,000 vehículos GM equipados con esta tecnología circulando actualmente.
En el contexto global, la conducción autónoma sigue enfrentando desafíos tecnológicos y regulatorios. Hasta el momento, solo Waymo, filial de Alphabet, opera un servicio de robotaxis a gran escala en EE.UU. Por su parte, Tesla ha anunciado planes para lanzar su primer servicio de robotaxis en Austin a partir de junio, aunque sus proyecciones han sido recibidas con escepticismo debido a los plazos ambiciosos de Elon Musk.
Con esta alianza, GM se posiciona estratégicamente en la carrera por la conducción autónoma, respaldándose en el liderazgo de Nvidia en inteligencia artificial y procesamiento de datos. La gran pregunta ahora es cuánto tiempo tomará para que esta colaboración se traduzca en innovaciones tangibles en las calles y carreteras del mundo.
