TMC ha empezado a retirar robots para sustituirlos por trabajadores humanos por una razón muy sencilla: “a la larga, las personas son más eficientes”. La precisión de los autómatas no está librando a las compañías japonesas de errores en la producción. En 2008, Toyota tuvo que revisar muchos miles de automóviles en Estados Unidos por un problema en la aceleración.
El caso le valió además una severa multa por parte de la administración de ese país. Hace tres años, Kawai ha vuelto a introducir personal cualificado en la línea de producción. En la planta de Honsha, los trabajadores han logrado reducir la cantidad de residuos de la línea de producción, y han mejorado mucho su eficiencia.
El éxito de la prueba ha llevado a extender la práctica a otras fábricas. Mitsuro Kawai lo explicó con estas palabras a Bloomberg: «Cuando yo era un novato, había trabajadores con tanta experiencia que se les llamaba Kami-Sama (dioses). No había nada que no pudieran hacer. No podemos depender de máquinas que solo hacen la misma tarea repetitiva una y otra vez. Para convertirnos en maestros de las máquinas debemos adquirir la experiencia suficiente como para poder enseñar a esas máquinas». En definitiva, que los robots hacen el trabajo bien, pero carecen del nivel de brillantez y creatividad que puede tener una persona tras años de experiencia en su puesto de trabajo.