El grafeno es llamada la fibra del futuro, que está surgiendo como la más asombrosa aplicación del carbono. Haydale Composite Solutions Ltda., una empresa británica dedicada al desarrollo y producción de materiales compuestos para la industria de manufactura, ha denominado con ese nombre a un derivado de la fibra de carbón, pero con una estructura totalmente diferente a la de éste.
Uno de los grandes beneficiarios de sus aplicaciones es la industria automotriz, dentro de cuyo acelerado desarrollo está redefiniendo las especificaciones del auto del futuro, con el grafeno como la nueva estrella en determinados componentes del vehículo.
La ventaja del grafeno frente al kevlar es su constitución a base de láminas de fibra de carbón extremadamente delgadas, que sus creadores definen “del grosor de un átomo”. La superposición de láminas de grafeno permite (al igual que la superposición de láminas de kevlar) realizar diferentes piezas de bajo peso específico, pero con elevada resistencia a impactos, a temperaturas extremas y a fenómenos como flexiones, torsiones, compresiones y expansiones.
Voceros de Haydale alegan que una pieza hecha de grafeno puede ser prácticamente tan resistente como una de kevlar, pero es menos voluminosa y pesa un tercio menos.
Ya el grafeno está siendo usado por pequeños fabricantes de carros de alto rendimiento como BAC, que lo usó para hacer las campanas de las ruedas de su ultradeportivo BAC Mono, que al pesar 550 kgs y generar 280 HP ofrece altas prestaciones.