Los primeros prototipos camuflados de la cuarta generación del Porsche Cayenne ya está en marcha en un exigente programa de pruebas para propulsión totalmente eléctrica.
De manera simultánea, Porsche desarrolla nuevos potentes híbridos y con motor de combustión. Hasta 2030 y más adelante, el exitoso SUV se ofrecerá con tres variantes de propulsión en todo el mundo.
La historia de éxito del Cayenne seguirá conservando todos sus rasgos distintivos. La actual generación del Cayenne, que el año pasado tuvo una de las actualizaciones de producto más amplias de la historia de Porsche, seguirá desarrollándose en el futuro con importantes inversiones tecnológicas. Para ello, los ingenieros se están centrando, entre otras cosas, en los sistemas de propulsión y, en particular, en la mejora del motor V8 desarrollado por Porsche y fabricado en la planta de Zuffenhausen. El motor biturbo cumplirá con los futuros requisitos legales gracias a las mejoras técnicas que incorporará.
La electromovilidad será la apuesta de Porsche. Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, comenta: “Nuestra estrategia de producto podría permitirnos que, en 2030, más del 80 % de nuestros coches nuevos entregados fueran totalmente eléctricos, dependiendo de la demanda de los clientes y del desarrollo de la movilidad eléctrica en las diferentes regiones del mundo”.
Esta mákina se basa en la Plataforma Eléctrica Premium (PPE) con arquitectura de 800 voltios ampliamente evolucionada. “La flexibilidad de la arquitectura PPE nos permite integrar las últimas tecnologías en las áreas de sistemas de alta tensión, propulsión y chasis. Utilizaremos el potencial de la electrificación para llevar al Cayenne a un nivel completamente nuevo en muchos aspectos, por ejemplo, en términos dinámicos”, afirma Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo. Además de las características de conducción típicas de Porsche, los objetivos de desarrollo incluyen un rendimiento de carga elevado y estable, una alta eficiencia y un nivel aún mayor de confort y aptitudes para el uso diario.
“Las pruebas en un entorno real han comenzado y constituyen uno de los hitos más importantes del proceso de desarrollo”, afirma Michael Schätzle, Vicepresidente de la gama Cayenne. Antes del lanzamiento al mercado, los prototipos completarán varios millones de kilómetros de pruebas en todo el mundo bajo condiciones climáticas y topográficas extremas. “De este modo, garantizamos la estabilidad operativa y la fiabilidad del hardware, el software y de todas las funciones del vehículo de acuerdo con nuestros elevados estándares de calidad”, afirma Schätzle.
Sin embargo, Porsche no hechará a un lado su motor V-8 y seguira invirtiendo en mejorar la eficiencia para cumplir con las normativas medioambientales. También tiene destinado una importante inversión en híbridos, ofreciendo el Cayenne con tres opciones de propulsión mas allá del 2030.