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Tras 15 años de ausencia, el Melbourne Motor Show regresó con fuerza al calendario automotor australiano, y entre los grandes protagonistas del evento estuvo Isuzu UTE Australia (IUA), que brilló con un despliegue de innovación, potencia y adaptabilidad para la vida todoterreno.
Durante dos días, miles de fanáticos y curiosos se dieron cita en el Melbourne Convention & Exhibition Centre para conocer de cerca lo último de la industria. Y entre luces, rampas y motores rugiendo, Isuzu capturó todas las miradas con la presentación del D-MAX BLADE, una versión reingenierizada localmente por Walkinshaw Automotive que redefine el equilibrio entre rendimiento y confort.
Diseñado específicamente para las exigencias del terreno australiano, el D-MAX BLADE no es solo una evolución estética. Es una declaración de intenciones: robustez, tecnología y sofisticación en una sola máquina. Esta pick-up no solo conserva el ADN off-road que ha convertido al D-MAX en un favorito, sino que también eleva la experiencia de conducción con mejoras enfocadas en el confort y la maniobrabilidad.
Junto al D-MAX, el SUV insignia de Isuzu, el MU-X X-TERRAIN, hizo su debut en el escenario de Melbourne. Este modelo refuerza la propuesta de la marca en el segmento familiar, sin renunciar a sus capacidades off-road ni al lujo interior que lo convierten en un aliado ideal para viajes largos o escapadas aventureras.
Pero si hubo un momento que se robó la atención del público fue la experiencia del Iron Summit, una rampa hidráulica de 45 grados donde más de 1,400 visitantes se animaron a subir a bordo del D-MAX o MU-X para experimentar de primera mano sus capacidades todoterreno. La atracción no solo fue un éxito logístico, sino también una muestra clara del poderío técnico de ambos vehículos.
