Del 9 al 11 junio se estará celebrando la 27ª edición de la Vernasca Silver Flag, competencia que se celebra cada año y recuerda la histórica carrera de velocidad cuesta arriba, celebrada entre 1953 y 1972, dedicada a los autos clásicos. Llena las colinas de Piacenza a lo largo de una ruta que va desde el encantador pueblo medieval de Castell’Arquato hasta Vernasca, un pequeño pueblo enclavado en los Apeninos de Liguria.
Este año la prestigiosa marca Maserati estará presente, exhibiendo cuatro gemas antiguas en un espacio dedicado. También participarán en la legendaria subida, donde desfilarán cientos de autos antiguos entre los modelos más icónicos y atractivos de la historia del automovilismo.
Maserati se siente como en casa en la carrera organizada por el CPAE Club Piacentino Automotoveicoli d’Epoca, que apareció en el cuadro de honor con la victoria de Fernando Pagliarini en 1956 en el Maserati 150S, y con la victoria del piloto Odoardo Govoni en 1961 al volante del Maserati Tipo 60.
Todo culmina en un desfile sin igual en su clase de las marcas más estimadas. Los autos de carreras construidos desde principios del siglo XX hasta 1972 compiten por los grandes premios de la competencia: desde autos de rally hasta modelos de antes de la guerra; desde prototipos hasta monoplazas y los vehículos de gran turismo más memorables de la historia. También son premiados los autos a La mejor conservación y la mejor restauración, al igual que otras categorías.
En este auténtico museo en movimiento, Maserati reinará en la edición de 2023. La Bandera de Plata de Vernasca celebrará el Tridente y su historia ejemplar de pasión, tenacidad y creatividad, ingeniería y genio mecánico, así como los innumerables éxitos que han llevado a la firma con sede en Módena a las pistas de todo el mundo.
El Maserati A6GCS-53 Berlinetta Pininfarina de 1953 se medira a sus oponentes el sábado 10 y el domingo 11 de junio, entre las panorámicas curvas cerradas de una de las carreras históricas más esperadas por los aficionados a los clásicos, 4 modelos producidos, cuya creación supuso un punto de inflexión entre la mundos de autos de carreras y maquetas de carretera. El A6GCS-53 es una berlinetta de 170 CV con una velocidad máxima de 235 km/h de velocidad, un auténtico ejercicio para los especialistas en las cuatro ruedas.
También estará uno de los modelos deportivos de dos litros más exitosos de su época, un Tipo A6-1500 GranTurismo de 1949 que hizo su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1947. Caracterizado por su diseño de Pininfarina y la gran innovación de un chasis tubular que incluye componentes con una sección transversal circular, del cual solo se produjeron 58 ejemplares.
El Maserati Birdcage Tipo de 1961, del que se fabricaron 17, fue un oponente formidable para todos los fabricantes de automóviles que participaban en las carreras de la época, como resultado de su extraordinario manejo y facilidad de conducción. Por último, pero no menos importante, a estos modelos se unirá el Tipo 320 S de 2001, el punto de partida del regreso del Trident a la pista que marcó simultáneamente el entonces inminente relanzamiento en el mercado estadounidense: un ejemplar único, con su popular motor de 3.2 litros. Motor V8 de 90°, turboalimentado con turbinas duales y con capacidad para desatar 370 hp, impulsando el automóvil a una velocidad máxima cercana a los 300 km/h.
La “escolta” de las bellezas vintage estará a cargo de un Maserati GranTurismo y un Maserati Grecale, proporcionados para las pruebas de manejo por TridenteClub: el pasado y el presente del Tridente se unen para un evento con un toque internacional, una competencia dinámica de los nombres más importantes del mundo. escena automovilística mundial, con un encanto atemporal.