Porsche vuelve a marcar el ritmo con el lanzamiento de tres nuevas variantes del icónico 911, esta vez en su versión Carrera 4S. Con tracción total y disponibles en Coupé, Cabriolet y Targa, estas ediciones amplían la gama con una propuesta que prioriza el control, el rendimiento y el refinamiento sin caer en excesos. Se ubican por debajo de los modelos GTS, pero eso no significa que pasen desapercibidas. Al contrario: se trata de una evolución equilibrada, pensada para quienes buscan la emoción del 911 con mayor versatilidad en cualquier condición climática.
En zonas de carreteras complejas o climas cambiantes, los nuevos 911 Carrera 4S exhiben una tracción integral que mejora la estabilidad sin perder la esencia deportiva. Gracias al Porsche Traction Management (PTM), el impulso sigue priorizándose en el eje trasero, pero el sistema interviene con precisión cuando es necesario enviar potencia al eje delantero. Este ajuste minucioso garantiza una conducción más intuitiva, controlada y efectiva, manteniendo la agilidad característica del modelo. La tracción total, en combinación con el sistema de embrague delantero refrigerado por agua y controlado de forma electromecánica, refuerza la seguridad sin penalizar el dinamismo. Cabe destacar que el 911 Targa solo se ofrece con este tipo de tracción.
Bajo el capó, las variantes 4S adoptan el motor del Carrera S, un bóxer biturbo de 3.0 litros y seis cilindros que ahora entrega 480 caballos de fuerza, es decir, 30 más que en su versión anterior. Esta mejora se logra, en parte, gracias a un nuevo intercooler inspirado en el del 911 Turbo. Acoplado a una caja PDK de ocho velocidades, el resultado es una aceleración fulminante: de 0 a 100 km/h en apenas 3,3 segundos (con el paquete Sport Chrono) y una velocidad punta de 308 km/h. Más poder, más precisión, más 911.
En este contexto, el 911 Targa no solo refuerza su rol dentro de la familia, sino que celebra su historia. A 60 años de su creación, sigue siendo una respuesta única para quienes desean la experiencia de un descapotable, sin renunciar a la estructura de un coupé. Su origen, motivado por preocupaciones de seguridad en el mercado estadounidense, dio paso a una silueta inconfundible con barra antivuelco y líneas que evocan el automovilismo de antaño. Con los años, la evolución técnica lo ha convertido en un convertible sofisticado: el techo se abre automáticamente en 19 segundos, en una coreografía mecánica impecable. Además, su sistema exclusivo de techo, disponible en cuatro colores, y su luneta trasera envolvente rinden homenaje al diseño original de 1965.
En cuanto al equipamiento, las nuevas versiones 4S están lejos de ser básicas. De serie incorporan llantas de 20 y 21 pulgadas, el sistema Porsche Torque Vectoring Plus, frenos del modelo GTS, escape deportivo y elementos de seguridad activa como la advertencia de cambio de carril. En el apartado estético y funcional, se incluye iluminación LED Matrix, retrovisores automáticos, carga inalámbrica y climatización de última generación. El Coupé se presenta como biplaza de serie, aunque se pueden solicitar asientos traseros sin coste adicional. La dirección en el eje trasero viene de fábrica en el Targa 4S, subrayando su agilidad a pesar del carácter abierto del modelo.
El universo 911 no deja de reinventarse, y estas nuevas variantes 4S lo confirman. Con más opciones de personalización, mejor equipamiento y una conducción más segura y precisa, Porsche demuestra que el 911 no necesita revolucionarse para seguir siendo referencia. Basta con ajustar lo justo, afinar lo necesario y mantener viva esa fórmula que lo ha hecho eterno: un equilibrio perfecto entre potencia, tradición y deseo.