Akrapovic se la comió con su inesperada arrebatadora locura llamada ‘Full Moon Concept’, más que la moto del futuro, es el futuro mismo donde nada parece una motocicleta… pero lo es. Su aspecto furiosamente futurista comienza a tomar forma en su tren anterior, con esa colosal rueda de 30 pulgadas fabricada en aluminio y carbono, que sugiere ser una gran luna llena, de allí su evocador apelativo. Pero donde todo cambia reticularmente es la parte trasera, donde ‘terroristas del diseño’ les dio por raptar la rueda posterior, la cual no se deja ver ni un ‘chin’, sagazmente integrada a dos salidas de escape y firmadas con el orondo nombre de la marca. Un montón de LEDs culminan esta joya a dos gomas, que parece un compactado tanque de guerra del siglo 35. El impacto visual de esta motocicleta es tal que uno se pregunta ¿realmente camina? Lo que demuestra todo lo que se puede llegar a hacer cuando el talento humano trabaja en equipo con los grises (jajaja).