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Por invitación de BMW Group y Autogermánica, aterrizamos en el corazón del Viejo Continente sobre las placenteras alas de Air Europa, donde la calidez y el trato de su tripulación, con un dedicado esmero a los detalles, nos dio lata satisfacción en todo el trayecto. Así nos internamos en la milenaria urbe checa, a bordo del BMW X3, que habría de llevarnos en vibrante recorrido por sus majestuosas calles, sus innúmeras historias y el invaluable legado que la convirtieron en patrimonio de la humanidad. Contagiados por su vibrante espíritu imperial, “la ciudad de las cien torres” se precia de ser uno de los lugares más bellos del mundo, que se levanta en el mismo corazón de Europa, a menos de 500 kilómetros de los mares Báltico, del Norte y del Adriático, tres de las fronteras marítimas del Viejo Continente, con las aguas del río Moldava dividiendo la metrópoli en dos sobrias mitades. Las aguas del Moldava suelen embravecerse, de allí su nombre derivado de un viejo vocablo alemán “Moldauav”, que significa “Agua Salvaje”. El compositor checo Bedrich Smetana dedicó una pieza sinfónica al poder de su corriente, en su obra “Mi patria”. El majestuoso puente de Carlos (en honor a Carlos IV), que data del siglo XV, es el más antiguo de Praga, testigo silencioso de los tiempos medievales, que tendido sobre el Moldava cada día ve pasar miles de turistas de todo el mundo.
Como el resto de los turistas, nos detuvimos largo rato para contemplar el prodigioso mecanismo del famoso Reloj Astronómico de Praga, enclavado en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, con las representaciones del movimiento en el espacio de la Tierra, la Luna y el Sol; y sus adorables figuras animadas que desde el siglo XVI desfilan alrededor de la carátula del reloj. Las serpenteantes callejuelas del Barrio Judío, descritas en las novelas de Franz Kafka, el templo de San Nicolás, la iglesia barroca más hermosa de Praga, y las representaciones teatrales al aire libre, con todo su arte urbano poseen el delicioso encanto de la sorpresa, es una ciudad totalmente cosmopolita, volcada al placer de recibir al mundo.
Tradicionalmente Praga ha sido uno de los centros culturales más importantes de Europa Central. Tras la caída del comunismo, recuperó su tradición milenaria, celebrando centenares de eventos como festivales de cine, música o literatura. La actividad teatral y operística de la ciudad exhibe gran riqueza y variedad durante todo el año. El Teatro Negro de Praga, el Teatro Nacional de Praga y el ballet Nacional son algunos de sus más famosos atractivos culturales de fama mundial. Sus proverbiales exhibiciones permanentes ofrecen ricas colecciones, como el Museo Nacional de Praga y el Museo Judío de Praga, este último un bastión mundial para la conservación de valiosos objetos de las sinagogas locales durante los duros años de la ocupación nazi, poseyendo hoy una de las mayores colecciones de arte judío en el mundo, con más de 40,000 piezas únicas y por encima de los 100,000 libros de todas las épocas.
Avanzando por su casco histórico con la sedosidad de marcha característica del X3, descubrimos la edificación más ceremonial de la capital checa, el imponente Castillo de Praga, del cual la ciudad tomó su nombre, considerado el más antiguo asiento de reyes abitado más grande del mundo.
Con más de medio kilómetro de longitud y habitado desde el siglo IX, el castillo de Praga es la más antigua edificación palaciega del mundo, cumpliendo un rol diferente en cada época: residencia de los reyes de Bohemia, asiento de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, y sede oficial de los presidentes de Checoslovaquia y luego de los presidentes de la República Checa.
Romántica, misteriosa, medieval, moderna, histórica y legendaria, Praga es una delicia cultural que ofrece experiencias únicas y esplendentes para todos los gustos, sobre todo a bordo de una suntuaria mákina de placer como el BMW X3.
BMW en lenguaje X es una interpretación libérrima del arte de conducir. El BMW X3 abreva de esas aguas con toda la potencia X y el estilo de un elegante coupé. Fruto de la investigación más dinámica en diseño y propulsión, esta presea sobre ruedas se empodera de versatilidad con extremado confort y flexibilidad, imponiéndose como sinónimo de dinamismo deportivo, ambiente distinguido y robusta agilidad sobre cualquier camino.
En analogía con las personas, el BMW X3 se comporta como un atleta de alto rendimiento. El ímpetu de sus líneas exteriores, su imposta de ágil todoterreno en porte extrovertidamente sport, determinan su atmósfera suntuaria, su vistosa versatilidad y su estilo fervorosamente BMW. Su frontal se caracteriza por su mirada penetrante, el majestuoso volumen de su doble parrilla y la complexión estilizada de sus ópticas LED. La animosa arquitectura de sus laterales de ondulaciones más marcadas, interpretan la ‘SUVelegancia’ del estilo Múnich, logrando un modelo perspicazmente suntuoso, libre y deseado.
Hacia lo interno del BMW X3, las ciencias de la elegancia disertan con soltura, al ser depositarias de las mejores adjetivaciones.
El inteligente manejo del espacio, el rejuego de sus materiales exclusivos en tapicerías o aplicaciones cromadas y el fino concepto de diseño en sentido general embellecen el habitáculo con sobrado sello BMW. Sensiblemente enfocado en el conductor, el BMW X3 acentúa la riqueza de su ConnectedDrive, con una pantalla central iDrive con comando táctil, con todas las funciones de personalización al antojo del conductor, así como el DrivingAssistant Plus con muchas funciones, entre ellas el sistema de advertencia de abandono del carril, regulación activa de la velocidad con función Stop and Go, y protección preventiva de peatones.
Bajo el capó de mi BMW X3 sus valores afloran con meritoria propulsión. El motor que nos abrió paso por las calles legendarias de Praga es un 2.0 litros Twin Power Turbo que entrega una potencia de 245 caballos de fuerza y un encomiable torque de 350 Nm, con uno de los más bajos índices de emisiones de todo el segmento. Su exclusiva tecnología TwinScroll, Valvetronic y su inyección de alta precisión, hacen posible una potencia excepcional y un rendimiento superlativo en función de su volumen, ganándose con creces su excelente nivel ecológico.
El florecimiento económico y cultural de Praga subyuga a todo visitante por el expansivo crecimiento logrado en sólo unos años, siendo hoy sinónimo de una ciudad que se abre paso al futuro con decidida amplitud de perspectivas, cautivando al turista con sus mil y un intensidades urbanas, calles medievales y antiguas leyendas, en vivaz contraste con nuestro BMW X3, dada su incomparable tecnología y versatilidad, la calidad de sus materiales, tecnologías y confort, confluyendo todos estos ingredientes selectos en el ambiente de exclusividad que impera en su interior.
