Las mismísimas entrañas del Porsche 919 Hybrid, ganador de Le Mans, por primera vez son mostradas al mundo. Haciendo una retrospectiva en el 2014, la compañía se inscribió en el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA (WEC) con el concepto de propulsión más innovador de toda la parrilla: su motor turbo de combustión y cuatro cilindros conectado al eje trasero, un sistema de recuperación de energía de los gases de escape, la última tecnología en baterías de iones de litio para almacenar energía y suministrarla a un motor eléctrico acoplado al eje delantero y un complejo sistema de gestión de propulsión híbrida.
Con ello, Porsche establecía nuevos estándares en el Campeonato del Mundo, el más exigente desde el punto de vista técnico. En el pasado 2015, en el que fue su segundo año compitiendo, el equipo se vio recompensado con el éxito: su magno doblete en las 24 Horas de Le Mans y títulos de Constructores y Pilotos en el Campeonato del Mundo. Ahora, el motor del Porsche 919 Hybrid se desnuda, quedando expuesto durante las próximas carreras, en exhibiciones y, por supuesto, en el Museo Porsche de Stuttgart-Zuffenhausen.
El motor campeón del mundo, con una cilindrada de sólo dos litros, es el propulsor de combustión más eficiente que Porsche haya construido jamás. Destaca por su diseño compacto y también se ha convertido en creador de tendencias, pues el nuevo motor turbo de cuatro cilindros que lleva el Porsche 718 Boxster se beneficia de la tecnología y los conocimientos adquiridos con la mecánica de competición.
Eso se materializa, por ejemplo, en el espacio que hay entre cilindros, en la carrera corta del pistón y en la inyección directa central de combustible. Alexander Hitzinger, el Director Técnico responsable del 919, comentaba: “Desde el principio optamos por un concepto arriesgado, pero que era también el adecuado. Y ahora está dando sus frutos”.