Emoción-arte con rayita, es un recurso de seducción en la naturaleza del Lexus GX: la emoción que produce el modelo es arte al por mayor en detalles ‘Takumi’, que lo visten de cuerpo entero, dándole a su carga tecnológica un semblante muy humano. No en vano Lexus lleva en el pecho medallas de ventas en los Estados Unidos, un poder que se trasmina en el GX con vigorosa soltura, deparando una permanente y positiva experiencia que se disfruta sobre su marcha de seda. Su trabajo artesanal es una meritoria filosofía de marca desplegada con devoto perfil utilitario en cada detalle, para deleite del grupo familiar, hasta convertir a la GX en uno de las SUVs de tamaño mediano más convincentes.
Place la dinámica de sus faros el nuevo estilo de iluminación diurna en LED y antiniebla que parecen branquia
La fornida carrocería del GX es una confabulación de líneas poderosas, que actúan como una clara representación Lexus en el ámbito SUV. El análisis de su imponente parrilla bicóncava es el paraguas de marca, por la manera con que pronuncia su poder y garbo. También se puede decir que el frente Lexus sugiere una X prospectiva, que en un modelo de grandes proporciones adquiere tamaña grandeza. Cualquiera que sea la forma, el estilo Lexus está allí, definiendo a la marca en su progresión hacia el futuro… y debemos decir que mirarla de frente impresiona.
Yendo al detalle, place la dinámica de sus faros el nuevo estilo de iluminación diurna en LED y luces antiniebla también LED enmarcadas en lo que parecen branquias, aportando clase y poder a todo el conjunto, pleno de armonía y agilidad. La toma de aire inferior tripartita le da un tono muy fornido a un vehículo de por sí muy corpulento.
Curvas audaces y musculosas completan el perfil de este todoterreno suntuario, con una contrafacia igualmente espectacular cuando la disfrutamos ‘a puerta cerrada’, la cual descubre el generoso interior cuando el portón abre de par en par. Con trazos luminosos, las luces traseras parecen sacadas de una nave ‘alien’.
En el habitáculo del GX los Takumi hicieron el trabajo con maestría devota, haciendo que el confort hable el lenguaje ‘L-Finnese’ con fluidez envolvente, categorizando la vocación de cálido anfitrión del GX. Texturas en finos materiales que exceden los estándares. El volante bitexturizado en madera y piel brinda emociones circulares. El diseño del tablero es una sucesiva armonía al lujo por ciento.
Un elemento destacado entre la suntuosidad es su pantalla central ‘touch’ de 8 pulgadas, con un sistema digital intuitivo, donde se manejan el equipo de sonido Marck Levinston, la conectividad, configuraciones e información de la dinámica. Nunca falta la cámara retrovisora para esmerar el manejo en reversa y la seguridad. Si el cliente lo exige, la marca ofrece opcionalmente el sistema de entretenimiento (RSES), disponible con doble pantalla LCD de siete pulgadas, situadas detrás de los apoyacabezas delanteros, que permite individualizar el sistema de entretenimiento a los ocupantes de las plazas traseras. La comodidad para los siete pasajeros está vivamente presente en cada asiento, personalizando el clima a las temperaturas preferidas en cada fila.
Con volante en mano, la GX despide ese especial aroma premium exclusivo de Lexus que despierta los sentidos. La suavidad de desplazamiento es sumamente atrayente… mucho más de lo que se espera. Pero debajo del capó hay un V8 de 4.6 litros que desarrolla 301 caballos con 447 Nm de torque, acompañado de una transmisión de 6 velocidades y un bastión de tecnologías para las óptimas prestaciones en todo tipo de conducción. Una de las más destacadas es el ‘Kinetic Dynamic Suspension System’ KDSS, un avanzado recurso de funcionamiento electrónico que trabaja con la suspensión y la barra estabilizadora, utilizando un sistema hidráulico para nivelar la carrocería en maniobras exigentes. A su vez este sistema inteligente permite una excelente articulación en terrenos irregulares y menor balanceo en carretera, a los que se suma el ‘Crawl Control’, un sistema que interviene en la aceleración y el frenado de manera independiente en las 4 ruedas. Igualmente, el ‘Active Traction Control’ (A-TRAC) refuerza la conducción ‘offroad’, no sólo por bloquear ambos diferenciales, sino que también puede frenar las ruedas de poca tracción, transfiriendo el torque a las ruedas que más lo necesitan, sistema que se nutre del nuevo diferencial central, denominado TORSEN (‘Torque-Sensing limited lip center differential’), todo detallado en el panel de instrumentos. Encima, a todo esto se le agrega el sistema DAC (‘Control de asistencia en Descenso’); el sistema BA, que aplica mayor presión del freno cuando se pisa el pedal rápidamente; el sistema EBD (‘distribución Electrónica de Frenado’); así como el sistema VSC (‘Control de Estabilidad Vehicular’), que regula la aceleración y frenada en las curvas, que además conforman uno de los equipamientos de seguridad activa más completos del mercado.
Una ágil y musculosa estética son adjetivos que le pertenecen al Lexus GX por derecho propio. Su tamaño intermedio se ha ganado muchos seguidores, pero sus adeptos más bien le vienen por su pátina premium que es refinada y completa al modo ‘L-Finnese’. Su amplia variedad de tecnologías bajo el capó y para el esparcimiento se traducen en un todoterreno versátil y confortable. La suma de sus líneas poderosas y el suntuoso interior, sumado a la potencia de sus entrañas dan vida a su jaez premium. Es preciso cerrar insistiendo en la imponente parrilla del Lexus GX, por representar la identidad de toda la estirpe Lexus, cuyo trazo bicóncavo es una huella digital de poder, que arropa a la marca como un todo. Igualmente un cotejo especial al rendimiento para este donoso todoterreno, un valor de mercado que ha sido clave para los dominicanos.