Con el avance tecnológico, las tendencias y los cambios culturales, los criterios del lujo van cambiando constantemente. Para esta nueva década, Lexus comparte las conclusiones principales de su más reciente estudio sobre el futuro del lujo,determinando cuáles serán los requisitos indispensables del lujo dentro de 10 años, qué los determina y los mueve.
Lexus encargó un estudio entre más de 3,200 personas, desde la generación Z a los Baby Boomers. Según el estudio, las experiencias excepcionales y la calidad encabezan la lista de respuestas. Sin embargo, hay nuevos elementos indispensables que se han hecho un hueco entre las expectativas de lujo futuro, como son el tiempo para una “desintoxicación digital” de vez en cuando, el deseo de ser únicos y la creciente preocupación por el bienestar personal.
El lujo siempre ha girado en torno a la calidad excepcional y, más reciente, las experiencias por encima de las posesiones. Se trata de las características más inherentes del lujo y, según las conclusiones del estudio, son los principales elementos imprescindibles para las marcas de lujo.
El 56% de los encuestados cree que el lujo se describe mejor como un estilo de vida en términos de experiencias, más que un conjunto de posesiones. Es de esperar que esta tendencia continúe, ya que el 73% considera que la identificación del lujo con las experiencias por encima de las posesiones será igual de importante, sino más, en la próxima década.
Lexus, a través de su reto de convertirse en una marca de estilo de vida, ya trabaja a fecha de hoy en ofrecer experiencias asombrosas, teniendo presente siempre su mantra implícito: “Las personas olvidarán lo que dices. Las personas olvidarán lo que hacer. Pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir”, Maya Angelou.
De cara al futuro, las marcas de lujo de éxito se distinguirán mediante experiencias de calidad y un buen servicio, no solo productos de calidad. Hasta el 86% de los encuestados esperan que las marcas de lujo ofrezcan experiencias excepcionales; desde una atención inmediata a las necesidades de los clientes, un apoyo experto y una gran atención a los detalles, hasta el toque personal, como conocer el nombre y las preferencias del cliente, prestando incluso atención al ámbito sensorial, jugando con los aromas, la iluminación y los estados de ánimo.
A la gente le encanta el dispositivo digital, y seguirá demandando y valorando avances tecnológicos que le permita estar más interconectada. Dicho esto, la dependencia de esos dispositivos también hace sentir a muchos la presión de estar “conectados” en todo momento. Ese es quizás el motivo por el que, en la próxima década, casi tres veces más personas asociarán el lujo con la oportunidad de tomarse un tiempo de “desintoxicación digital”, y de alejarse de vez en cuando de las redes sociales, las noticias, el correo electrónico e Internet en general.
El proceso de compra debe integrar un alto grado de personalización. El 93% espera que las marcas de lujo ofrezcan la misma capacidad que hasta ahora, si no más, para poder hacer peticiones especiales. De hecho, el 51% esperan ver más herramientas y elementos innovadores que les permitan personalizar sus pedidos en línea de artículos de lujo.
La mayoría de los encuestados esperan que las marcas de lujo tengan procesos de fabricación respetuosa con el medio ambiente (81%). Más de siete de cada diez creen además que las marcas de lujo deben ejercer un papel de liderazgo en cuestiones relativas a la sostenibilidad (71%).
El concepto del lujo va más allá de lo tangible, y muchos consideran un lujo la libertad de disfrutar y centrarse en lo importante. Un 51% dice que el tiempo de disfrute personal será cada vez más un lujo, igual que la libertad de centrarse en la salud y el bienestar, según el 50%.
En treinta años, los entrevistados prevén que el lujo lo simbolicen la tecnología de inteligencia artificial, el viaje espacial y los vehículos con capacidad aérea. Así, la tecnología avanzada se sitúa a la cabeza en términos de cómo se espera que sea el lujo en 2050.