La sede mundial de FCA Group finalmente decidió establecerse en la capital británica, «Está claro que muchos de los ejecutivos, el consejo de administración, mi despacho y algunas de mis responsabilidades precisan que estemos fuera de Londres… Estaremos en todas partes», aseguró Marchionne.
Los políticos y sindicatos italianos se mostraron siempre preocupados por la decisión de Marchionne de dejar Turín, sede de Fiat desde hace 115 años. Como lo explica un responsable sindical del Fim Cisl «no importa donde Marchionne tenga su despacho y los de su compañía, nos interesa que invierta en Italia». Y de momento, los sindicatos parecen ver con buenos ojos el plan industrial de FCA.
La decisión de optar por Londres como sede social no obedece sólo a cuestiones financieras, sino también políticas. Recordemos que inicialmente, tras la creación de FCA, se dijo que la sede estaría en Holanda con el domicilio fiscal en el Reino Unido y que cotizaría en la bolsa de Nueva York (empezará a hacerlo a partir del último trimestre del año) con una cotización secundaria en la de Milán.
Elegir Londres es situarse en el epicentro de las finanzas europeas, con una fiscalidad mucho más ventajosa que en Italia, pero también sirve para no herir la sensibilidad de ninguno de los dos grupos. En Italia se habrían ofendido si FCA tuviese su sede en Auburn Hills, Michigan, y la gente de Chrysler se habría tomado mal que la sede fuese en Turín. De este modo, Londres es territorio neutral.