Todos sabemos de la pasión que siente Dubai por los autos personalizados y las excentricidades de las que son capaces los dubaitíes, se manifiestan al limite con el Maserati de un empresario de batola y turbante la botó botao, cubriéndolo de oro puro, que cuesta unos cómodos 130 mil dólares.
Todos los días se ven imponentes golpes personalistas en las calles de Dubai, con dueños de Rolls Royce Ghost, Mercedes Benz SLR, Lamborghini Aventador y el Mercedes SLS realmente fuera de este mundo, porque allá para los millonarios, ser propietario de un carro caro sin ninguna personalización no vale nada.
Mientras más llamativa sea tu mákina, mejor papel tendrás en la sociedad de aquel lugar. Por eso, de pronto saltó uno que se la comió ripia, al envolver su belleza italiana en oro y añadirle detalles con cristales Swarovski, todo esto por sólo 130 mil dólares…. Que cogió de caja chica… digo.