A bordo de un bólido diseñado para producir abundante adrenalina como el totalmente nuevo Corvette Stingray, se llevó a cabo el año pasado la primera prueba de manejo rigurosamente científica del mundo, donde el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y todas las importantes funciones cerebrales de los pilotos son testeadas segundo a segundo en esta singular ‘convivencia’ entre la mákina humana y la poderosa mákina Chevrolet… una experiencia Corvette a otro nivel.