Achim Anscheidt, director de Diseño en Bugatti, trabaja en Wolfsburgo (Alemania). Durante la semana suele desplazarse a su oficina en tren, en bicicleta o con su Golf GTI, pero los fines de semana se pone al volante de su Porsche 911. Con el Bugatti Chiron, Anscheidt ha creado el superdeportivo de serie más lujoso del mundo. En su vida privada, Achim tiene un Porsche con el que predica el minimalismo, lo que él llama “back to basics” o “regreso a lo básico”.
Su formidable Porsche plateado atraviesa lentamente la calle y se introduce en el ascensor con iluminación verde fluorescente de una casa de varios niveles. Un leve clic, un ronroneo eléctrico y el automóvil es izado al cuarto piso, al cielo de Kreuzberg, un barrio berlinés. Una vez dentro de casa,
Achim Anscheidt aparca su Porsche en la galería acristalada y se acerca a su otro retoño, un auto histórico a cuya restauración se dedica desde hace una década.
Se trata de un Bugatti modelo 35 de los años veinte, cuyos componentes originales Anscheidt va rastreando uno a uno para montarlos después como si de un rompecabezas se tratara. Comenzó con el arranque, las ruedas y los faros y, en la actualidad, lleva completado alrededor de 60 por ciento. Aún le queda, por ejemplo, el árbol de transmisión. En el exclusivo mundo de los restauradores de automóviles, todos saben quién es Anscheidt y qué componentes le faltan para que, un día, el antiguo auto de carreras pura sangre de Molsheim (Alsacia, Francia) vuelva a rodar de nuevo.
Su otro proyecto es un Porsche 911 SC de 1981, que ha restaurado mano a mano con Willi Thom, un carrocero del norte de Berlín. Bueno, si es que ‘restaurar’ es el mejor término para describir lo que hicieron con él: desmenuzarlo, desmontarlo y reducirlo al mínimo indispensable. Carece de asiento trasero, calefactor, radio y revestimientos; allí donde un día estuvieron las manijas interiores de las puertas, hoy cuelgan unas sencillas correas; las luces y los limpia parabrisas se activan mediante un interruptor de palanca.
A Anscheidt lo que más le seduce de su 911 es la concisión de sus formas. “Es fascinante desmontar varias veces todos y cada uno de sus componentes y emplear sólo aquellos que constituyen la esencia más pura del vehículo a la hora de volver a montarlo. También con el tiempo fui comprendiendo con qué materiales ligeros se puede trabajar para lograr una idílica relación potencia/peso”. Como responsable del área de Diseño en Bugatti, Anscheidt ha diseñado el que es el superdeportivo de serie más potente, rápido y lujoso del mundo: el Chiron. En cambio, su visión para el Porsche 911 era muy distinta y se podría resumir como una vuelta a lo básico.