Tras haber liderado la prueba durante más de diez horas, el Porsche 919 Hybrid número 1 se paró en la pista poco después de las 11 de la mañana y tuvo que retirarse en un momento de infarto, cuando gozaba de una amplia ventaja de 18 vueltas sobre el segundo puesto (el 919 Hybrid No.2) y nada menos que 29 vueltas sobre el Toyota TS050 Hybrid No.8 en tercera posición.
Por su parte el equipo Toyota Gazoo Racing, que había tenido emocionante un inicio manteniendo el liderazgo por horas con el TS050 No.7, sufrió dos doloras bajas, quedando en solo en competencia el TS050 No.8 para ganar el segundo peldaño del podio en Las 24 Horas de Le Mans.
Para Porsche, la marca que tiene el récord de triunfos en Le Mans, este logro atronador alcanza niveles paradigmáticos, dado este episodio de vértigo que lleva a sus vitrinas su triunfo 19 y tercero consecutivo, en la prueba más dura del mundo.
Visto en perspectiva: Earl Bamber logró su segunda victoria total en Le Mans al volante del Porsche 919 Hybrid, tras la que obtuvo previamente en el 2015. También para Timo Bernhard es el segundo triunfo absoluto en Le Mans. Después de haber cosechado el primero en el 2010, cuando fue cedido para que corriera con Audi, él soñaba con repetirlo un día con Porsche… y dicho y hecho.
Brendon Hartley era quien estaba más sediento de gloria de los seis pilotos oficiales del Equipo Porsche LMP, pues su nombre todavía no estaba grabado en los dinteles de la gloria.
Michael Steiner, miembro de Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo, aseveró: “El triplete en Le Mans es un sueño hecho realidad para Porsche y la forma en que se ha conseguido esta tercera victoria consecutiva es muy especial. Estoy orgulloso del Equipo Porsche, que ha seguido peleando a pesar de esa larga parada que tuvimos que hacer para reparar la avería. Este éxito también llega gracias al excelente rendimiento de nuestros motores eléctricos y a la innovadora tecnología híbrida”.
Fritz Enzinger, Vicepresidente del Proyecto LMP1, declaró: “Uno de nuestros ambiciosos objetivos para la temporada 2017 era lograr el triplete en Le Mans. Pero lo que hemos tenido que pasar a lo largo de las últimas 24 horas no te lo puedes ni imaginar en tus peores pesadillas. Esta carrera de 24 horas ha puesto todo y a todos al límite. Es increíble lo que se puede conseguir con el esfuerzo de un equipo. Algunas veces no es el auto más rápido sino el mejor rendimiento como equipo lo que marca la diferencia. Este equipo es el mejor de todos y ha hecho posible el éxito de hoy. La reacción desde todas partes está siendo abrumadora, desde los empleados de Porsche hasta gente de todo el mundo. Personalmente sólo puedo decir gracias a Porsche por situarme en el puesto para llevar a cabo un programa tan extraordinario como éste, y gracias a cada uno de los miembros del equipo por el apoyo total y el gran espíritu de grupo”.
Andreas Seidl, Director del Equipo, dijo: “Es difícil encontrar palabras para lo que ha sucedido. Los pilotos y todo el equipo han hecho un trabajo impresionante. Dejamos atrás dos duras semanas que nos han proporcionado altos y bajos, pero hemos peleado con el espíritu típico de Porsche. Nos llevará algo de tiempo asimilar lo que hoy hemos logrado. Ahora hemos ganado Le Mans en tres ocasiones consecutivas, lo que es algo sensacional. El equipo ha trabajado de forma impecable para ello durante los últimos doce meses. Toyota era un competidor muy fuerte. Nos han llevado al límite y más allá, y ambos hemos pagado el precio. Es una pena que Neel Jani, André Lotterer y Nick Tandy se retiraran de la carrera porque la estaban controlando desde hacía mucho. Pero Earl Bamber, Brendon Hartley y, especialmente, Timo Bernhard se merecían la victoria. Timo fue el piloto de desarrollo desde el inicio del programa. Después de esa larga reparación, los tres han seguido peleando y al final han tenido su recompensa”.