Los poderosos tres dígitos de la cultura Porsche demanda una reverencia, son los proverbiales 356, 930, 944, 986, 918, 911, por significar la gloria de la marca a través del tiempo. Así caemos en el Porsche 64, desarrollado en 1939, dotado de un motor más potente, dejando sentadas las bases de Porsche en los años por venir.
En 1948, el 356 fue desarrollado, donde la palabra ‘impresionante’ es poco para calificarlo. El 356 fue un ícono de destreza en carrera. En 1957 llega el Porsche 718, que destelló en las pistas, partiendo las aguas de la competición en ese momento. La burbujeante fascia, peculiar del 550 se había ido, y un diseño más elegante, más ágil tomó el centro del escenario.
Para las 24 Horas de Le Mans debutó en 1957 y al final de la temporada 1963, el nuevo 904 había debutado como su más digno sucesor, dado su rendimiento mayor. Ahora 60 años después, el 718 se está preparando para estar de vuelta en las calles. Tanto el Boxster y Cayman adoptarán ese nombre icónico, y dará a luz un aspecto similar al corredor.