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Un joven imberbe tenía 15 años cuando comenzó una página de fans de Ferrari, que con el tiempo se convertiría en un portal muy popular en Facebook. El lío que comenzó virtual ahora es real y legal, llevando a los tribunales a Ferrari y este joven de Facebook. La historia es así: un muchacho de nombre Sammy Wasem, seis años más tarde está sumido en una batalla legal con su fabricante de autos deportivos italiano favorito, en un caso que puede ayudar a definir los derechos de libertad de expresión en el ámbito de las redes sociales.
Wasem, un piloto de carreras aficionado, y su padre Olivier han presentado una denuncia penal contra Ferrari SpA, alegando violación de los derechos de autor, ya que perdieron el control de su sitio. Ferrari por su parte ha demandado a los Wasems con el argumento de que un mal uso de la marca de la compañía para anunciar la mercancía no Ferrari y para los mensajes personales, tales como invitaciones para el 18 cumpleaños de Wasem.
«Se atrevieron a quitar el sueño de un niño», dijo Sammy Wasem en una entrevista. «No tienen escrúpulos».
El caso es emblemático de los retos que las empresas que hoy se ocupan de los derechos de autor y derechos de marca en los medios sociales. En el curso de los años Wasem pasó su adolescencia en la construcción de una herramienta de marketing para Ferrari.
«El problema no es con Facebook o con nuestros fans, sino con los que tratan de utilizar la propiedad intelectual de Ferrari para hacer dinero a costa de la marca», dijo Stefano Lai, un portavoz de la fabricante de automóviles con sede en Maranello.
