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Antes de convertirse en ícono, el 911 fue una idea clara: eliminar lo superfluo y dejar que la función dicte cada línea. Esa forma de pensar marcó la obra de Ferdinand Alexander Porsche, el diseñador que transformó la lógica industrial en un lenguaje estético reconocible en todo el mundo. Nueve décadas después de su nacimiento, Porsche vuelve a ese punto de origen con una pieza que no busca nostalgia, sino coherencia: el 911 GT3 90 F. A. Porsche.
Este collector car nace del programa Sonderwunsch y de un proceso profundamente personal desarrollado junto a Mark Porsche, hijo menor de F. A. No es un ejercicio de estilo ni una edición conmemorativa convencional. Es una reinterpretación moderna del pensamiento del diseñador aplicada al GT3 más sobrio y refinado de la gama.
“Estoy convencido de que este 911 habría sido de su agrado”, comenta Mark Porsche. “No por lo exclusivo, sino porque cada detalle responde a algo que él realmente usaba, vestía o conducía”. Esa filosofía se traduce en decisiones precisas, desde el color hasta los materiales del interior.
La base elegida no es casual. El 911 GT3 con Touring Package prescinde del alerón fijo y apuesta por una silueta más limpia, más cercana al concepto original del 911. Bajo esa carrocería late el conocido bóxer atmosférico de 502 hp, una mecánica que encaja perfectamente con la visión purista que F. A. Porsche defendió durante toda su vida.
El resultado no es un GT3 más rápido ni más radical, sino uno más coherente. Uno que habla de equilibrio, de tacto, de conexión directa con el conductor.
El color F. A. Green metallic no es una reinterpretación genérica del verde histórico de Porsche. Es una creación específica, desarrollada como Paint to Sample Plus, basada en el 911 personal de F. A. Porsche. A esto se suman rines Sport Classic en Satin Black, exclusivos para esta edición, y detalles sutiles pero cargados de significado: el escudo Porsche de 1963 en los centros de rueda y una placa dorada con la inscripción “90 F. A. Porsche” en la parrilla trasera.
El habitáculo es, quizá, el espacio donde el concepto se vuelve más íntimo. El cuero Truffle Brown Club Leather convive con costuras Limestone y un tejido exclusivo F. A. grid-weave en los centros de los asientos, la guantera y el maletero delantero. El patrón, compuesto por cinco colores, proviene de la chaqueta deportiva favorita de F. A. Porsche.
“Ese abrigo, junto a su lápiz y su pipa, forma parte de mis recuerdos de infancia”, explica Mark Porsche. No es decoración: es narrativa.
El reloj Sport Chrono replica el Chronograph 1 original diseñado para F. A., mientras que el selector de cambios incorpora un pomo de nogal de poro abierto. Placas con su firma, la silueta del 911 original y la numeración one of 90 terminan de construir un interior que se siente pensado, no diseñado para impresionar.
Con un precio base de $387,000 y producción prevista para mediados de 2026, cada unidad pasará por un proceso de personalización individual antes de ensamblarse. Además, cada cliente recibirá un Chronograph 1 exclusivo y un Weekender bag de Porsche Design, cerrando el círculo entre movilidad, diseño y estilo de vida.
En MAKINAS lo tenemos claro: el 911 GT3 90 F. A. Porsche no es solo un auto de colección. Es una declaración de principios, una lección de diseño funcional y una prueba de que, cuando la forma sigue a la función, el resultado puede ser eterno.
