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La historia del automóvil no se puede escribir sin hacer reverencia al Toyota Corolla. Se trata del rey de ventas, una mákina que nació determinada a ser el líder imbatible.
El Toyota Corolla nace en 1966, en un proyecto del que fue encargado el ingeniero Tatsuo Hasegawa, quien había desarrollado aviones militares japones de la Segunda Guerra Mundial. Bajo la encomienda de Toyota, Hasegawa tuvo la misión romper la percepción de que un buen vehículo sólo podía ser ofrecido a clientes de altos medio o altos ingresos, ofreciendo un producto accesible, con elevada calidad de fabricación y un generoso equipamiento.
El Corolla superó los estándares con características propias de segmentos superiores. La altura del techo brindaba una gran sensación de amplitud, habiendo sido el Corolla clasificado como compacto.
Inspirado en la palabra en latín para “corona de flores”, el nombre ‘Corolla’ fue escogido con la esperanza de impulsar la industria del automóvil en el mercado japones. Y eso es justo lo que hizo: la primera generación de Corolla se convirtió en el vehículo más vendido en Japón sólo tres años de su lanzamiento, y su popularidad pronto se propagó por el mundo entero.
Para el 1974 se había ganado su primer campeonato de ventas globales, momento de gloria que no volvió atrás jamás. Cada año fue aumentando la distancia y en 1997 conquistó su reinado como el auto más vendido de la historia con números que superan los 50 millones en sus 55 años.
Confiabilidad total, durabilidad, bajo costos de mantenimiento, marcaron la diferencia determinante, separando al Corolla de todos los modelos de producción desde su nacimiento. Pero si hay un concepto clave que definió a esta maravilla automotriz japonesa, es sin dudas la “eficiencia”, un valor inherente a la filosofía de producción del fabricante para posicionarse como la marca más valiosa del mundo del automóvil en las ultimas décadas, y el Corolla ha sido artífice de este logro… ni duda cabe.
El insuperable valor de marca se debe su filosofía de mejoras constantes mostradas en toda su trayectoria. Más que una marca, Toyota es centro de desarrollo tecnológico, capaz de moldear las tendencias y la propia evolución de la industria. Mucho de esto tiene que ver con la participación de los clientes a nivel mundial, formando parte integral del desarrollo de los modelos. De ahí que cada nueva generación del Corolla supera la anterior.
Las 5 décadas del Corolla están llenas de ejemplos del constante perfeccionamiento tecnológico y calidad, como representativos de los continuos esfuerzos de Toyota por prever las necesidades de los clientes y crear vehículos cada vez mejores.
