El modelo presentado en el importante AutoShow suizo, constituye la última página de la historia del Bugatti Veyron, con su unidad No. 450, un Veyron Grand Sport Vitesse, con un interior único, cual es la costumbre de toda última unidad.
¿A qué personaje histórico rendirá homenaje? Es una incognita. Algunos rumores apuntan a que el motor podría estar re-ciclado hasta entregar 1.500 CV de potencia, lo cual es un 50% más que un «Veyron normal». Un 8.0 W16 con cuádruple turbo, cuanto menos, exprimible. ¿Turbocompresores eléctricos? Ya existen en el Grupo VAG…
¿Y después, qué? Otro le sucederá, se baraja el nombre de Bugatti Chiron. El Veyron es uno de las mákinas más importantes de la Historia del automóvil por cuanto ha representado (y los récords que ha impuesto). Ya lleva una década con nosotros, es el momento de ceder el paso a otra bella y opulenta monstruosidad.